Es útil y provechoso saber que hay colombianos tan valientes como el de la historia ‘Crié cuervos…’ de la edición #1.020. Recordemos que caer para levantarse no es caer. Quisiera que como este caso hubiesen muchos más, que todo aquel que lleve sus cargos de conciencia pudiera redimirlos y enfrentarse a lo que les espera con el derecho de saber que al final del túnel habrá una luz brillante para ellos y sus preciadas familias. Ojalá muchos tuvieran las agallas que tiene este compatriota para que el futuro en nuestro país y el suyo propio fuese más promisorio... suerte... mucha suerte y que viva nuestra bella Colombia. John RamírezMiami