En consecuencia, la Federación hizo un llamado a todos los productores para que revisen periódicamente los cafetales y hagan una evaluación de la incidencia de la broca y que con base en los niveles de daño, el caficultor, en compañía del Servicio de Extensión, programe el manejo integrado para el control del insecto. Lo anterior se complementa con los cuatro monitoreos que sobre la broca del café hace la Federación Nacional de Cafeteros cada año en cerca de dos mil fincas en todo el país, para establecer alertas tempranas en el manejo del insecto. Otra recomendación para los cafeteros es una adecuada fertilización, práctica que debe hacerse si hay presencia de humedad en el suelo. Dependiendo de cada región cafetera, en caso de presentarse el fenómeno de El Niño será necesario procurar que las plantas absorban la mayor cantidad de nutrientes antes de que se inicie un período crítico de sequía, con el fin de soportar las condiciones que se aproximan. Generalmente los períodos más secos ocurren de enero a marzo y de junio a septiembre, por lo tanto se debe evitar hacer fertilizaciones cercanas a estas fechas y hacerlas en marzo-abril y en septiembre-octubre.