Contra todo pronóstico, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, consiguió aprobar en segundo debate el controvertido proyecto para igualar los períodos de alcaldes y gobernadores con los del presidente. Una promesa que les hizo el presidente Santos en campaña. La fórmula del Gobierno para ello es permitir la reelección de los actuales alcaldes y gobernadores sólo para un período de tres años, es decir, hasta el 2019. La posibilidad de que los actuales alcaldes extiendan su período por tres años ha sido tan cuestionada, que desde todos los sectores políticos hubo afirmaciones que le auguraban un contundente fracaso al proyecto, cuando el ministro del Interior la radicó, casi que a escondidas, en el Congreso. Pero no ha sido así. En las últimas tres semanas el proyecto ha tenido una acelerada aprobación y superó sus dos primeros debates en la Cámara, donde se presumía que lo iban a archivar. Sin embargo, el Gobierno es consciente de que el proyecto ha sido aprobado de forma triste. Lo que sucedió este miércoles en la plenaria de la Cámara de Representantes, durante la aprobación de este proyecto, es una prueba de ello. El proyecto con el que Santos quiere cumplirles la promesa a los alcaldes y gobernadores fue aprobado con el mínimo de votos requerido: 76, es decir, con sólo la mitad de los representantes. Las bancadas del Polo, el Centro Democrático y la Alianza Verde, que se oponían al proyecto, se ausentaron del recinto en protesta por falta de garantías al debate. El resto, ausentistas. Al punto de que durante 20 minutos los funcionarios del Gobierno no paraban de llamar a congresistas evadidos a que regresaran a la plenaria. Al cabo de ese tiempo consiguieron los votos requeridos. Y así, con un recinto con la mitad de sus curules se aprobó este proyecto, la impresión en varios parlamentarios es que fue una forma de lavarse las manos y dejarle la decisión al Senado. Allí, se vaticina que el proyecto no sería aprobado, por lo menos así se lo advierte al Gobierno el presidente del Senado, José David Name: “Si la reelección de alcaldes pasó en la Cámara, en el Senado no se aprobará”.