Atrás quedaron los casi 20 años que entregó al periodismo. Su cambio fue tan radical que apenas de vez en cuando mira un noticiero y asegura sin temor a retractarse que jamás retomará la profesión que en su momento le dio tantas satisfacciones. Ahora sólo vive para la pintura. Así lo decidió hace nueve años cuando trabajaba para CNN y estaba, irónicamente, en uno de los puntos más altos de su carrera. Cansado de la rutina de la televisión decidió tomar algunas clases de dibujo y, para sorpresa suya, descubrió la que realmente era su pasión.No dudó en abandonar su trabajo para radicarse en París y desde entonces, sin interrupción, ha estudiado pintura al óleo en la Escuela del Museo de Louvre y en la academia Nicolas Poussin. Fruto de esa dedicación es su primera exposición individual en la Galería Diners, abierta en estos días al público de la capital.Gómez trabaja una novedosa técnica, en la que antepone a sus pinturas reproducciones de las mismas sobre velos con el fin de generar una sensación de profundidad que puede variar de acuerdo con la posición del espectador, teniendo siempre rostros y perfiles como su tema central. Gómez volverá esta semana a París y confía que, en poco tiempo, su nombre dé mucho de qué hablar en la plástica mundial.