Gregorio Graça Alves era uno de los hombres más buscados de Brasil, desde que en febrero de 2015 se fugó de la prisión domiciliaria que le había sido concedida en la ciudad de Manaos. Mano G, como también se le conoce, es sobrino del reconocido narcotraficante Antonio da Mota Graça, señalado de dirigir la organización criminal Familia del Norte, responsable del traslado de la droga en el río Amazonas. A pesar de que había sido capturado en la operación Muralla, junto con otros cientos de miembros de su clan, Gregorio obtuvo el beneficio de casa por cárcel y, después de quebrar su brazalete electrónico, huyó para Colombia.Sugerimos: Un violento motín en una cárcel brasileña deja 60 muertosEn marzo pasado habría atravesado el Amazonas en lancha antes de cruzar la frontera por el lado del Putumayo y manejar hasta Puerto Boyacá, desde donde pretendía presuntamente establecer nexos con organizaciones criminales del Magdalena Medio para seguir manejando operaciones de narcotráfico.Hace apenas unos días, Mano G celebró su cumpleaños número 30 en compañía de mujeres y de varios hombres que supuestamente habían sido contratados para la realización de un proyecto ilícito. El Gaula militar de Cundinamarca y la fiscalía aprovecharon la calma del día siguiente a la parranda para allanar la finca y capturar a Graça Alves, requerido por una circular de Interpol. En el lugar, hallaron también a otro reconocido narcotraficante de la misma organización, Alfonso Celso Caldas de Lima, igualmente requerido por las autoridades brasileñas.Puedes leer: Cayó el capo brasileño que soñó con ser Pablo EscobarEn febrero del año pasado, Alfonso Celso Caldas de Lima había sido capturado en posesión de 70 kilogramos de cocaína distribuidos entre su automóvil y su vivienda, y sentenciado a 24 años de prisión en una cárcel de Manaos. Sin embargo, el capo escapó de la penitenciaría junto con otros 38 reclusos que cavaron través de un túnel de 11 metros desde el interior del sitio de reclusión y también se dirigió a Colombia.En el momento de su captura, los dos presuntos criminales presentaron falsos pasaportes brasileños, pero los traicionó el cotejo de huellas dactilares con lo que fue posible establecer su verdadera identidad.Además de presuntamente participar en sicariatos y en extorsiones, Mano G era uno de los 24 hombres más buscados de Brasil por tener un alto rango al interior del grupo de La Familia del Norte, también conocida como Familia de Manaos, encargada de controlar los laboratorios de cocaína en la amazonía brasileña y coordinar la salida del alcaloide del país.Recomendamos: Un triángulo de drogas, armas y violencia: la terrible realidad de la frontera entre Brasil, Colombia y PerúDe acuerdo con información de las autoridades los capturados presuntamente se encontraban estableciendo vínculos con el Clan del Golfo y Los Puntilleros, por lo que fueron puestos a disposición de la Fiscalía General, a la espera de los trámites diplomáticos para su traslado a su lugar de origen.