Un interesante proyecto minero El artículo ‘El ‘Avatar’ colombiano’ (edición #1516) abre la puerta para conocer asuntos tan cruciales como son las minorías étnicas, la protección del medio ambiente y la explotación de los recursos naturales, pero tiene algunas imprecisiones. Si bien la mención a la película constituye un gran titular comercial, no identifica la verdadera problemática de esta zona del Vaupés. No puede señalarse como un “conflicto” una discusión que el país tiene aplazada frente a comunidades empobrecidas y receptivas a escuchar posibilidades para su desarrollo. Nuestra compañía tiene un interesante proyecto minero para presentar al país y los objetivos de conservación ambiental no son ajenos a la industria minera organizada. Así mismo, en el artículo se manifiesta que “el argumento es que no se cumplieron a cabalidad las normas de consulta previa”. Esta afirmación es superficial y no puede condensar el amplio estudio que viene haciendo la Corte Constitucional del caso. Diego Andrés Ramírez, representante legal de Cosigo Colombia Bogotá Reflexiones electorales Escribo en referencia al confidencial titulado ‘Otro articulito’ (edición #1512 de SEMANA). Me permito compartir unas reflexiones producto de la investigación que he realizado para impulsar el proyecto de acto legislativo para que en Colombia se reemplace el sistema electoral vigente por uno mixto. Es claro que los problemas que ha provocado la circunscripción nacional para el Senado merecen una solución. Sin embargo, la fórmula presentada en el confidencial no resuelve los problemas y crea otros. Como el hecho de que al existir solo un senador por departamento conduciría inevitablemente a que haya espacios del territorio subrepresentados y otros sobrerrepresentados. Sin duda alguna, como plantea el confidencial, la circunscripción nacional para el Senado ha incentivado prácticas políticas nocivas. Una de las más graves, señalo yo, es la falta de incentivos para que los electores conozcan quién los representa a nivel nacional. El 96 por ciento de los ciudadanos no recuerda por quién votó en el Congreso. Lo anterior, para ambas Cámaras, lleva a que no existan mecanismos de premio y castigo de la ciudadanía al trabajo de los legisladores. Este problema puede ser resumido en que el ciudadano no sabe a quién llamar a cuentas por las decisiones que se toman en el Congreso, así hubiese participado con su voto. Mi propuesta, presentada al Congreso en el proyecto de acto legislativo, busca establecer en Colombia un sistema electoral mixto. Esto quiere decir, establecer un sistema que permite elegir un determinado número de curules por Distritos Electorales Uninominales (DUN) tanto en el Senado (60 curules) como en la Cámara (109 curules), en donde cada distrito tiene un número determinado de población en un área geográfica, social, económica y cultural lo más parecida posible, combinado con curules nacionales o regionales para ambas Cámaras que se eligen como se hace en el sistema vigente, con cifras repartidoras presentadas por partido. El sistema electoral mixto no afectaría las curules de minorías políticas y étnicas que actualmente se aplican; simplificaría el uso del tarjetón, puesto que cada partido solo podría postular un candidato en cada DUN; facilitaría al ciudadano la identificación del congresista que debe velar por los intereses de su comunidad y le permitiría evaluar el trabajo desarrollado por cada uno. John Sudarsky, senador Bogotá Exigir experiencias absurdas El confidencial ‘Casi nadie le jala’ (SEMANA #1517) cae como anillo al dedo en las circunstancias actuales y muestra el porqué es cada día más difícil trabajar en condiciones objetivas. Los requisitos que exige Colombia Humanitaria a través de los entes regionales para participar en las convocatorias destinadas a atender la emergencia invernal son tan exagerados que prácticamente dejan por fuera a la mayoría de las empresas de ingeniería del país y concentrarán aún más la contratación del Estado. Pedir capacidad financiera por el 40 por ciento del valor, no dar anticipos, exigir experiencias específicas y generales absurdas, es invitar a firmas extranjeras a hacer consorcios y uniones de papel donde los nacionales llevan toda la carga, al tiempo que abre la puerta para la agonía de la ingeniería colombiana, creadora de lo que es Colombia. Si hay gente deshonesta, no todos los ingenieros colombianos lo somos, y so pretexto de la transparencia no se puede satanizar el ejercicio digno de la profesión. Antonio José Marulanda Rojas Bogotá Uribe y los partidos Acierta su análisis sobre los partidos (SEMANA #1517), pero creo que la opinión sobre el papel del expresidente Uribe fue benévola. Él no construyó su propio esquema con los partidos, sino que hizo lo posible por acabarlos utilizando su poder presidencial. En cuanto al liberalismo, como ustedes dicen, lo dividió en tres: condenó su ala tradicional al ostracismo, renegando él mismo de su origen. Consintió y se aprovechó del respaldo de Cambio Radical hasta el día que Vargas Lleras mostró su carácter y rechazó la segunda reelección: ese día, Uribe olvidó de un tajo el apoyo a su gobierno por más de siete años y los graduó como sus enemigos. Sobre estas cenizas, y apoyado por manzanillos y tránsfugas, Uribe quiso crear su propio partido en torno a su figura: La U, que no era el Partido de la ‘Unidad’, sino el partido de Uribe, un partido de corte caudillista que giraba en torno al poder del presidente, pero cuya vocación histórica le fue cercenada al tomar como acción política el culto a una persona. ¿Y si a esa persona le pasa algo? Y le pasó, al no darse la segunda reelección y al verse relegado su líder y gran guía al Twitter, pero lejos del poder que tanto usufructuó. En cuanto al Polo, su gobierno lo estigmatizó, lo tachó de “enemigos de la patria”, y las ‘chuzadas’ a muchos de sus dirigentes estuvieron a la orden del día. Finalmente, al conservatismo le desapareció su vocación de poder, los convenció de que él interpretaba su ideario y los convirtió en un triste rebaño electoral y en un apéndice burocrático. Julio César Vásquez Higuera Bogotá Falta de protocolo A propósito de la nota ‘El oso de Obama’, aparecida en SEMANA #1517, permítanme expresar algunas precisiones que demuestran que no siempre las cosas son lo que parecen. En primer lugar, es falta imperdonable al protocolo que el personaje homenajeado, quien ya había avanzado en las dos terceras partes de su intervención, haya sido interrumpido por el himno God Save the Queen. Por otra parte, fue una seria falta de organización de los jefes de protocolo de la Casa Real británica, no haber coordinado previamente el orden del desarrollo para los actos protocolarios, de acuerdo con la organización prevista por los ‘dueños de casa’. Y de remate, ha sido de peor estilo de los oferentes, que en protocolo siempre tienen deberes especiales de máxima consideración, no haber disimulado y, por el contrario, haber divulgado el incidente de acuerdo con su percepción.Siempre es gravísima falta hacer sentir mal o acalorar a los invitados. Dios salve a la reina y en especial a su jefe de protocolo. Carlos Hernando García Torres Bogotá