Sólo cuatro días después de que, en respuesta al atentado de Okbhoma, el presidente estadounidense Bill Clinton ordenara, el cierre de la avenida Pennsylvania, frente a la Casa Blanca, un hombre armado volvió a superar las defensas y fue herido y apresado en los terrenos internos de la mansión presidencial. No se saben los motivos de William Modieski, pero una cosa es clara: cuando de inseguridad se trata, ni la Casa Blanca se salva.