Tener casa propia es uno de los principales sueños de cualquier persona y a su vez un indicador de superación de la pobreza extrema. Para contribuir en el alcance de esos objetivos Cemex desarrolla los programas Bloqueras Solidarias y Patrimonio Hoy, con los que brinda soluciones y servicios integrales para la construcción de vivienda.Estas iniciativas se suman a la misión global de la compañía, que para 2020 espera mejorar la calidad de vida de por lo menos 15 millones de personas a través de modelos que transformen los retos globales en oportunidades de generar un impacto social positivo, a la vez que se refuerza el desarrollo sostenible de las comunidades y el empoderamiento de mujeres y jóvenes.Bloqueras solidarias les permite a las familias producir sus propios bloques de concreto para mejorar o construir sus viviendas, vinculándolas no solo con la compañía sino con el gobierno, las comunidades, instituciones educativas y otras empresas privadas.Sandra Cecilia Contreras, habitante de Anapoima y beneficiaria del programa, asegura que poco a poco junto a su núcleo familiar, se ha sentido protagonista de su propio desarrollo. Y es que desde 2008 se han beneficiado 1.500 familias y cerca de 6.000 personas en ciudades capitales como Barranquilla, Ibagué y Armenia, y municipios como Apulo y Anapoima, en Cundinamarca; San Luis, Alvarado y El Guamo, en Tolima; La Tebaida en Quindío; Clemencia en Bolívar; Ovejas en Sucre y Los Patios en Norte de Santander. Además de Bloqueras Solidarias, Patrimonio Hoy fue creado para ofrecer a las familias colombianas la posibilidad de ampliar o mejorar sus viviendas a través de consejería constructiva, congelamiento de precios, fácil acceso a materiales de construcción (el cual incluye transporte y almacenamiento), facilidad en los puntos de pago y todo el soporte necesario para los asociados.Con este programa se han beneficiado hasta el momento más de 22.000 familias y se han construido más de 687 viviendas en Bogotá, Medellín, Barranquilla, Bucaramanga, Cartagena, Cúcuta, Neiva, Santa Marta, Apulo y el corregimiento Payandé en el municipio de San Luis en Tolima.“Gracias a las facilidades de pagos he construido mi casa. Los precios congelados me han favorecido para retirar más material, la consejería de vivienda ha sido de gran ayuda para no desperdiciarlos y únicamente debo ser constante en los pagos”, comenta Hilda Francisca Plata, beneficiaria en Santander.Una de las principales bondades de estos dos programas es que se pueden adaptar y replicar en cualquier lugar del país donde Cemex tenga aliados y exista una clara necesidad de mejorar o construir viviendas para erradicar la pobreza. “Las comunidades no necesitan regalos, necesitan oportunidades”, resalta Mariana Jaramillo, directora de Sostenibilidad de la compañía en Colombia, quien además está convencida de que los mejores insumos para el progreso de las familias están en sus propios esfuerzos, los cuales buscan ser potenciados y acompañados por expertos de Cemex y sus aliados.