Pekín - El presidente del grupo, Sui Fengfu, señaló al rotativo que las adquisiciones se llevarán a cabo a lo largo de 2011. La firma estatal invirtió más de US$38 millones (27,2 millones de euros) entre 2005 y 2010 en una expansión global cuyas prácticas difieren según los países, explicó Sui, delegado del legislativo chino, que hoy finalizó su plenario anual. "En Venezuela y Zimbabue, el grupo suministra principalmente maquinaria y mano de obra, y a cambio se queda con un 20% de la cosecha", explicó el presidente. "En Australia, normalmente adquirimos tierra de cultivo local. Mientras que en Brasil y Argentina, el modelo de negocio implica el arrendamiento de los terrenos", agregó. El grupo continúa sus operaciones en Rusia, donde alquila cultivos de soja, y se está expandiendo hacia la vecina Mongolia. Heilongjiang Beidahuang Nongkeng también tiene previsto trabajar en el desarrollo de nuevos cultivos de maíz y arroz para reforzar la producción de Filipinas. Sui explicó que al principio el grupo trabajaba con universidades locales para desarrollar nuevas variedades de plantaciones, "hasta que creamos firmas para comerciar con las semillas de gran altitud". China, el país más poblado del mundo con 1.340 millones de habitantes, sufre un déficit agrícola que ha impulsado a las autoridades a buscar cultivos fuera de su territorio. En este sentido, Wang Yunkun, subdirector del Comité Agrícola del legislativo, señaló al diario oficial que las firmas chinas tienen que seguir buscando cultivos en el exterior, ya que el país asiático cuenta con la tecnología, el capital y la mano de obra para desarrollarlos, pero carece de tierra cultivable. De hecho, según estadísticas no actualizadas, menos de un 11% del territorio chino es susceptible de acoger cultivos. "Países como los de América Latina, por ejemplo, tienen terrenos cultivables y necesitan de nuestra tecnología e inversión. Nuestras compañías son bienvenidas allí, es una solución en la que las dos partes salen ganando", aseguró Wang. Funcionarios del Ministerio de Comercio aseguran que las compañías chinas pueden aportar técnicas agrícolas avanzadas que podrían aliviar el déficit alimentario internacional y, por lo tanto, reducir el precio de los cereales mediante el aumento de la producción. Pero el alza de precios internacionales han bloqueado las inversiones chinas en el sector agrícola exterior. El rotativo oficial recuerda que algunos países, como Argentina, restringen sus exportaciones, mientras que Brasil adoptó normativas en 2010 que limitan la inversión extranjera en agricultura.   (Efe)