Nueva York.- Chrysler necesita que el juez Arthur Gonzalez apruebe la venta pese a protestas de un grupo que administra pensiones y fondos de construcción en el estado de Indiana. Ese grupo controla menos de un 1% de las deudas de Chrysler. Si el juez aprueba la venta, Chrysler podría emerger en pocas semanas de la protección de la ley de quiebras. El miércoles, Gonzalez oyó durante nueve horas testimonios de funcionarios de Chrysler LLC y de Fiat SpA que se prolongaron hasta la noche. El testimonio se reanudó el jueves en la mañana, cuando James Chapman, un miembro independiente de la junta directiva de Chrysler, comenzó a prestar declaraciones. El testimonio del jueves, que también incluye al director general de Chrysler Robert Nardelli, será seguido por argumentos de Chrysler y de varios disidentes. Gonzalez dijo que estaba preparado para continuar la audiencia el viernes, de ser necesario. Entre tanto, General Motors Corporation, el principal rival de Chrysler en Estados Unidos, dijo el jueves que un comité de sus accionistas aceptó un acuerdo propuesto por el gobierno de Estados Unidos para eliminar la deuda no asegurada de la empresa a cambio de acciones en la compañía. Una persona al tanto del acuerdo dijo que posiblemente GM presente una solicitud de protección de la bancarrota. La persona pidió no ser identificada pues continúan las discusiones entre los gobiernos de Estados Unidos y de Canadá, y existe una pequeña posibilidad de que la compañía no se acoja a la protección de la ley de quiebras. Abogados de Chrysler dijeron que la única esperanza de que la compañía no sea vendida pieza por pieza es un acuerdo con Fiat. Según los abogados, una Chrysler con menos personal podría fabricar vehículos más pequeños, y que consuman menos gasolina. Trascendió que Fiat podría abandonar el posible acuerdo si no se concreta el acuerdo para el 15 de junio.     AP