Una mujer de aproximadamente 60 años está sentada en lo que parece ser una sala de información. Espera su turno con paciencia entre varias personas. Después de unos segundos se levanta y en una cartelera pega una hoja con un mensaje en letras mayúsculas que dice DESAPARECIDO.Es la foto de Javier Rodrigo Díaz Serra, de 34 años. La voz de Javier Rodrigo es la que hemos estado oyendo desde que inicia el video: "Un segundo, dos, tres, cuatro. ¿Qué? ¿Le molesta esperar? Venir todas las semanas durante cinco años para que no archiven un caso... ¿Le parece esperar?".

 Según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) el drama de los desaparecidos en América Latina se agudiza cada vez más. Diversas situaciones en contextos de violencia han hecho que el drama crezca con cifras alarmantes. El CICR estima que en México más de 40.000 personas han sido reportadas como desaparecidas entre 2006 y 2019. En Brasil se registraron más de 80.000 casos en 2017 y en países como Guatemala o Colombia la espera de las familias se hace interminable. Algunas llevan más de 20 años sin tener noticias de sus seres queridos que un día parecieron esfumarse.Justo para exponer un drama que hace parte de las sociedades latinoamericanas, el CICR lanzó este video que se titula ‘Detrás‘ y que continúa con la escena de otra madre que sostiene un escapulario mientras le reza al Divino Niño, entonces se oye la voz de una mujer que dice: “Mi madre coge fuerzas cada día para salir a buscarme, adentrándose en los barrios más peligrosos, en prostíbulos, morgues… tratan de convencerla de que deje de buscarme o que elija un lugar a dónde ir a dejar flores”.

La voz sale desde un portarretratos ubicado en un altar que está adornado con imágenes religiosas y velas. Un ángel de la guarda, un Cristo crucificado, una Virgen de Guadalupe custodian la imagen de la joven que habla.Puede leer:"Todos los padres tenemos que entender que fallamos"La iniciativa del CICR busca sensibilizar sobre el esfuerzo incansable que hacen las familias por encontrar a sus seres queridos desaparecidos. “Se cree que los familiares de desaparecidos solo esperan. Todos tenemos en la mente la imagen de una madre posando con la foto de su hijo en los medios. No sabemos todo el esfuerzo y la inmensa tarea que ellos hacen. Ignoramos los años de lucha. La pelea contra todos y todo”, dijo Joaquín Espagnol, director creativo de la pieza audiovisual.

‘Detrás‘ está basada en historias reales, testimonios verídicos que cuentan todo lo que un familiar es capaz de hacer para obtener información sobre el destino de su ser querido. Le recomendamos: Así se enfrentan el ELN, las AGC y las disidencias por el control de La Cordillera en NariñoDe acuerdo con Susana López, asesora regional del CICR para el Programa de Personas Desaparecidas y sus Familiares para las Américas, a pesar de que en muchos países ya cesaron los conflictos internos, la búsqueda de quienes perdieron a sus seres queridos aun continua: “Muchos no saben si sus familiares están vivos, si están muertos, no saben siquiera que les pasó. Hay familias que llevan más de 20 o 30 años esperando y aún no tienen noticias. Tenemos países de la región donde hay personas que desaparecen todos los días o están en riesgo de desparecer y esto debido a situaciones de violencia armada, no conflicto armado sino violencia armada, que tiene que ver con pandillas, crimen organizado”.La mayoría de países de América Latina tienen el riesgo de que las cifras de desaparecidos sigan creciendo. Los desastres naturales, los conflictos armados, la violencia armada crónica y las crisis migratorias son las causas más comunes de nuevos casos de desapariciones forzadas. A este drama se suma que en muchos países no existen sistemas de gestión eficaces y desarrollados para efectuar la búsqueda de estas personas.“En muchos países falta desarrollar sistemas de gestión que sean eficaces y desarrollados. Si hay sistemas pero no están conectados, no se comunican entre ellos, entonces las familias deben tocar muchas puertas solo para recibir información parcial”, denunció López.En cuanto a desaparecidos, todos los casos son graves, no existe uno peor que el otro, pues  en todos siempre hay una familia esperando: padres, hermanos, esposas, esposos, hijos que no pierden la esperanza de tener al menos una pista que lo lleve a encontrar a su ser querido. Para el CICR las familias son esenciales en el proceso, pues son ellas quienes tienen los detalles que pueden ayudar en la búsqueda.El caso colombianoDe acuerdo con el Comité Internacional de la Cruz Roja, la situación para Colombia —con más o menos 83.000 desaparecidos— es igual de preocupante que en toda la región, con el agravante de que es el único país de América Latina que actualmente tiene un contexto de conflicto armado y tiene graves condiciones de violencia armada, sin contar los desastres naturales, la creciente migración que tienen como destino final a Colombia o como lugar de paso para llegar a Estados Unidos.Según el CICR, en el país existen familias que llevan más de 30 años esperando y que todavía no tienen respuestas, no saben nada y si eso no fuera suficiente hacen frente a muchas dificultades directamente vinculadas a la desaparición: se endeudan, gastan lo poco que tienen para continuar con la búsqueda.Le sugerimos: Carola Rackete, la capitana de los migrantesSusana López, expresó que “hay muy poco apoyo institucional. Las familias padecen discriminación, olvido. Además se afecta su salud, eso ocasiona desgaste psicológico que luego termina en dolencias físicas”, y agregó que existen muchos vacíos en la legislación, pues no hay una figura de ausencia legal del desaparecido y eso lleva a que las familias no puedan hacer valer sus derechos.El CICR estima que desde que se firmó el acuerdo de paz, cada cuatro días se ha reportado un nuevo caso de desaparición en el país, muchos de ellos relacionados con el conflicto o la violencia armada, situación que deja en claro que todos los actores armados presentes en el país aun utilizan la desaparición en el marco de sus acciones.“¿Hay caballos?, ¿hay caballos? Era el código que teníamos con mi papá para saber si todo estaba bien mientras cruzaba la frontera”. Es la voz de un hijo que habla a través de un retrato mientras su padre, ya viejo, lo sostiene en sus piernas. ‘Detrás‘ se mantiene así, una o dos historias más hasta llegar al mensaje final: “Es increíble lo que una mamá puede hacer por su hijo. Por eso, la próxima vez que vea a alguien en una sala de espera, con una foto, no se engañe. No piense que está esperando. Está buscando”.