Semana: La cirugía robótica se impone en el mundo y en el país ya hay dos robots (en la Clínica de Marly y en la Fundación Santa Fe). ¿Por qué no la cubren las aseguradoras? Ricardo Rueda Sáenz: Porque incrementa los precios de atención. Pero nos encontramos con que sí pagan los procedimientos con robot para cáncer de próstata pero se los niegan a las mujeres con cáncer de cuello uterino, de endometrio y miomatosis. Semana: ¿Tiene cifras? R.R.S.: La proporción es de 30 hombres por una mujer. Semana: ¿Por qué a ellas no se les aprueba? R.R.S.: Por costos. En hombres lo hacen porque es más beneficiosa. La cirugía radical para cáncer de próstata lesiona los nervios responsables de la potencia sexual y una erección adecuada. Con el robot esto se minimiza. En ellas no porque su sexualidad no se perjudica si se hace con técnicas convencionales o robóticas. Semana: ¿Pero habría beneficios para ellas? R.R.S.: Sí. El tiempo de cirugía es más corto. Esto implica una recuperación más rápida, con menos dolor y con tiempos de estancia hospitalaria reducidos, lo cual representa un gran ahorro para el sistema. Es abiertamente discriminatorio. Semana: ¿Cómo es el robot? R.R.S.: Es un aparato con unas manos cuyos movimientos son idénticos y precisos. El cirujano observa una pantalla en tercera dimensión y le indica cómo hacer los cortes. El robot los hace mejor y más rápido que el cirujano más experimentado.