Días después de haber sido elegida alcaldesa de Bogotá con una votación sin antecedentes y que superó el millón de votos, Claudia López fue a la Casa de Nariño y sostuvo una reunión durante dos horas con Iván Duque.Al final de ese primer encuentro, el 29 de octubre del año pasado, la electa mandataria de la capital del país se refirió amablemente al presidente.

“Tenemos una relación de mucho respeto, afecto... hemos trabajado siempre de forma armónica”, dijo Claudia en una corta declaración a la salida de Palacio, en la que recordó que compartió curul en el Congreso de la República con Duque.Ese día, la alcaldesa electa también reveló que el tema más importante de esa cita fue la seguridad en Bogotá. Dijo que el “éxito común” de ambos dependía de que los ciudadanos se sintieran más tranquilos en las calles.

Seis meses después de la posesión de Claudia López, lo cierto es que no se ve un trabajo armónico entre el Palacio Liévano y la Casa de Nariño. Además, los recientes atracos a viviendas y a una joyería en un centro comercial dispararon las alarmas sobre la inseguridad que azota a la capital del país.Las relaciones de la mandataria con el presidente atraviesan por un momento crítico, justamente cuando más se requiere el trabajo en equipo por cuenta de la pandemia del coronavirus, la mayor emergencia sanitaria y económica del país en su historia reciente.Lea el análisis completo aquí.