Colombia es uno de los casos atípicos en Latinoamérica, pues nunca ha experimentado una hiperinflación y a pesar de que ha atravesado una desaceleración en los últimos años, ha mantenido un ritmo crecimiento económico y ha resistido los choques externos, a tal punto que en los últimos cien años de historia económica solo ha tenido 3 años con crecimiento económico negativo. A pesar de la percepción general, es el segundo país que más crece después de Perú, durante la última década.