La asesora presidencial colombiana sobre asuntos ambientales, Sandra Bessudo, fue la encargada de rubricar el documento en un acto en la sede de Naciones Unidas en Nueva York. Bessudo dijo a Efe que con este acto el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos quiere enviar "una señal política" a la comunidad internacional sobre la importancia de aprovechar de manera responsable la biodiversidad del planeta, del que Colombia es uno de los mayores exponentes. "Es una invitación a los demás países para que vengan, firmen y ratifiquen lo antes posible este protocolo, que es fundamental para la seguridad y todo lo relacionado con la bioprospección y los recursos genéticos", indicó la asesora presidencial. El tratado suscrito hoy por Colombia fue adoptado el pasado octubre en la cumbre de la ONU sobre la biodiversidad que se celebró en la ciudad japonesa de Nagoya y en la que también se alcanzaron nuevas metas para proteger los ecosistemas hasta 2020. Según explicó Bessudo, el protocolo ofrece por primera vez un marco regulador global con relación al aprovechamiento de los recursos genéticos por parte de industrias como la medicina, la cosmética o la biotecnología, entre otras. En países de alta biodiversidad como Colombia, las nuevas regulaciones garantizarán que los beneficios que generan esos recursos y los conocimientos ancestrales de que a menudo se sirven los investigadores para descubrirlos redunden en beneficios de las comunidades en donde se encuentran. También permitirá combatir con mayor eficacia la biopiratería y la explotación de los pueblos indígenas, que generalmente no se benefician de los descubrimientos que se hacen en sus territorios, indicó Bessudo. A juicio del Gobierno colombiano, el nuevo tratado permitirá que los países en desarrollo pueden beneficiarse de una manera equitativa de los recursos que produce su biodiversidad y evitar expoliaciones como han sufrido en el pasado. Tras Colombia, se espera que hoy mismo otros países como Brasil y Yemen también suscriban el protocolo e inicien los pasos para que sea ratificado en sus respectivos parlamentos. Se necesita la participación en el tratado de al menos 50 países para que pueda entrar en vigor.   EFE