El gobierno de Colombia fue uno de los primeros en rechazar este domingo la autoproclamación del diputado Luis Parra, rival opositor de Juan Guaidó, como presidente del Parlamento de Venezuela en un proceso que tildó de “fraudulento” y falto de garantías.   “El resultado de un proceso de elección de la Mesa Directiva realizado de manera fraudulenta, sin transparencia ni garantías, no será reconocido por el Estado colombiano”, indicó en Twitter la Cancillería colombiana. 

Además, rechazó "categóricamente" que la proclamación de Parra se efectuara en el Palacio Legislativo sin la presencia de Guaidó ni otros diputados de la mayoría opositora. "Este nuevo atentado contra la democracia del régimen ilegítimo de Nicolás Maduro debe ser condenado por todos los Estados comprometidos con la vigencia del Estado de Derecho y los Derechos Humanos", instó en un tuit posterior.  La cuenta de Twitter de la Asamblea Nacional venezolana denunció que la proclamación de Parra fue realizada "sin votos y sin quorum", mientras que la oficina de comunicaciones de Guaidó tildó la acción de "golpe de Estado parlamentario".

Por otro lado, el Departamento de Estado de Estados Unidos tampoco tardó en pronunciarse. A pesar de las tensas horas que la Casa Blanca vive por la situación en Medio Oriente, dejó ver que Venezuela sigue siendo un blanco importante de su atención.  Michael G. KozaK, Subsecretario Interino para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, escribió en su cuenta de Twitter hace pocos minutos: “Acciones desesperadas del régimen de Maduro de evitar ilegalmente y a la fuerza que @JGuaido y la mayoría de diputados de la @AsambleaVE ingresaran al edificio, hacen que el "voto" de esta mañana, carezca de quórum y no cumpla los estándares constitucionales mínimos, es una farsa.” Con esto deja más que claro la posición del país respecto a los asuntos internos de Venezuela y su contundente apoyo a Juan Guaidó.  

Por si fuera poco, hace unas horas una periodista de la Asamblea General de Venezuela le preguntó a una enviada especial de Estados Unidos en la región si ellos estarían dispuestos a servir de mediador entre el oficialismo y los opositores. A lo que respondió de forma categórica: “No, Estados Unidos ya tomó la decisión de apoyar a Juan Guaidó y calificar sin matices de dictatorial al régimen de Nicolás Maduro. EL gobierno no podría prestarse para una conversación”. 

Por la misma línea, estuvo el gobierno de Bolivia, aliado infaltable de Venezuela durante la presidencia de Evo Morales. Pero ahora, bajo el mando de Jeanine Áñez como presidenta encargada del país andino, opositor radical del chavismo en la región. La Cancillería se pronunció rápidamente a través de un comunicado en rechazo de la intervención de Maduro en las votaciones que estaban planeadas para las 11:00 de la mañana de hoy. 

Mientras tanto, la Unión Europea en su ya característica mesura y silencio en los momentos de tensión global, prometió que se pronunciará esta noche sobre lo sucedido en el Parlamento. Todo depende de cómo las cosas se desenvuelvan en las próximas horas. Pues Guaidó aseguró que llueva, truene o relampaguee la votación se llevará a cabo en dos horas en la sede del diario El Nacional, de tendencia opositora Del otro lado de la balanza, los aliados y seguidores de Nicolás Maduro tampoco se hicieron esperar. De hecho, insistieron en que es Guaidó quien posterga las elecciones porque no cuenta con los votos suficientes para su reelección. 

En este punto, el chavismo ya reconoce a Luis Parra como el legítimo presidente de la Asamblea, a pesar de que no hubo votación ni quórum.