Para hacer sostenible el sistema es necesario basar las políticas públicas en la economía de la salud. Esta disciplina busca utilizar los recursos para maximizar el bienestar de la sociedad y sus miembros por medio de varias alternativas. Una de estas es la nutrición intrahospitalaria, pues los pacientes admitidos en los hospitales suelen tener deficiencias en ese sentido. Por esto, los centros médicos deben contar con un adecuado protocolo de tamizaje y programas de nutrición centrados en los pacientes. Está demostrado que no contar con estos protocolos aumenta las readmisiones e incrementa notablemente los gastos en salud. El director del Instituto de Investigaciones Clínicas de la Universidad Nacional, Giancarlo Buitrago, presentó durante el conversatorio ‘Nutrición: la clave para un sistema de salud efectivo y sostenible’, un estudio que mostró los impactos del tamizaje nutricional en la tasa de mortalidad y el gasto en salud. La escala MST hace dos preguntas: la primera, si ha perdido peso, y la segunda, si ha perdido apetito. Esto permite identificar a los pacientes en riesgo de desnutrición en 45 segundos. Un procedimiento sencillo que muchos centros de salud no estaban realizando. Asimismo, el estudio concluyó que en un paciente con MST positivo, es decir, con riesgo de desnutrición, aumenta la estancia hospitalaria en 1,5 días, la mortalidad en 2,2 veces y representa un gasto de 440.000 pesos (30,13 por ciento) del costo debido a la hospitalización.   Diabetes en el sistema de salud Otra alternativa que va de la mano con la economía de la salud es la de incursionar en tecnologías que mejoren la calidad de vida de los colombianos. En el país preocupa en especial la diabetes. Según la Asociación Colombiana de Diabetes, el 7 por ciento de la población padece esta enfermedad. Es decir, 4 millones de personas. Según Martha Ospina, directora del Instituto Nacional de Salud, “la diabetes representa el 2,8 por ciento de la carga de enfermedades en el territorio nacional y se consolida como la octava causa de pérdida de vida saludable”. Al consolidarse como una enfermedad sin cura, la investigación clínica se ha centrado en buscar soluciones y tratamientos para el monitoreo continuo mediante dispositivos subcutáneos que permiten conocer las fluctuaciones de los niveles de glucosa y así dosificar la insulina de la manera que el organismo de cada persona lo requiera. En el conversatorio realizado por Foros Semana y Abbott, ‘Tendencias en el cuidado de la diabetes: hacia un estilo de vida pleno y libre’, la endocrinóloga Ana María Gómez aseguró que “los dispositivos tienen la capacidad de informar todo en una sola imagen: el valor de la hemoglobina, su impacto en el tiempo, el comportamiento de los pacientes y los posibles eventos de hipoglucemia para establecer un mejor control”.  Estas nuevas tecnologías, como el tiempo en rango, representan para el sistema de salud una disminución en los costos de tratamiento y hospitalización, pues actualmente el régimen de salud cubre en un 90 por ciento las enfermedades no transmisibles. De la misma manera, el monitoreo constante crea un camino para prevenir la diabetes tipo 2 y se han demostrado los beneficios en la vida de la población, cada vez más longeva.  Para más información de estos conversatorios visite www.ForosSemana.com