Por segunda vez en tres meses la máxima instancia judicial de Gran Bretaña se reúne para decidir sobre el destino del ex dictador chileno Augusto Pinochet. Esta vez decidirá en definitiva si goza de inmunidad que impida su extradición y enjuiciamiento en España, donde ha sido reclamado por el juez Baltasar Garzón por delitos de lesa humanidad cometidos contra los opositores durante su gobierno. Los gritos de júbilo de los defensores de derechos humanos se silenciaron cuando se revocó el fallo anterior, el cual negaba la inmunidad, y ahora esperan una nueva decisión que nadie se atreve a pronosticar. Sea cual fuere el veredicto levantará ampollas alrededor del mundo. Si el nuevo panel de siete lores confirma que el ex dictador no tiene inmunidad será acusado por los amigos de Pinochet de haber protegido a sus colegas. Y si lo revoca, no sólo será atacado por las ONG sino por todos los partidos de izquierda de Europa.Pero más allá de las repercusiones internacionales del fallo de los Law Lords, que se dará en no menos de dos semanas, lo cierto es que desde ya ha generado una confrontación entre conservadores y laboristas en Gran Bretaña. La primera piedra la lanzó la ex primera ministra Margaret Thatcher cuando conoció la noticia de la detención de Pinochet, su amigo personal. La 'Dama de Hierro' afirmó que "el senador está viejo, frágil y enfermo y sólo por razones de compasión deberían dejarlo volver a Chile", y que lo único que evidenciaba todo el caso Pinochet era una falta de liderazgo en Downing Street. Quien fuera hasta hace días ministro de Industria y Comercio, Peter Mandelson, fue el que contestó más fuerte. "La simple idea de que a un dictador brutal como Pinochet se le dé la inmunidad diplomática es totalmente absurda". Varias versiones de prensa afirman que el Partido Conservador está a la cabeza de una inmensa campaña pro Pinochet que pretende influenciar a la clase política y a la opinión pública. Sir Tim Bell, quien fuera asesor de imagen de Thatcher, es quien encabeza los intereses del movimiento y según el periódico dominical The Observer, cuenta con un presupuesto de cerca de 400.000 dólares. Dentro de la estrategia conservadora está también la publicación de panfletos y comunicados de prensa. El más fuerte de ellos salió publicado el martes de la semana pasada titulado 'Historia de dos chilenos: Pinochet y Allende'. Realizado por Lord Bell y Patrick Robertson, dos conocidos conservadores, el panfleto dice que el arresto de Pinochet es producto de una traición política y que el gobierno de Salvador Allende en Chile fue culpable de infinitas atrocidades. También afirma que el gobierno británico es cómplice de un 'secuestro político' y que el senador es un prisionero político. La portada del panfleto es una fotografía de Salvador Allende apuntando al aire con una metralleta. El pie de foto dice: "Salvador Allende, presidente marxista de Chile en 1973, con la ametralladora que le dio Fidel Castro y que después utilizaría para suicidarse".Según Robertson, "el panfleto es un intento de ubicar a Pinochet en un contexto histórico. Hubo atrocidades en los dos bandos. Tres mil personas fueron torturadas durante el gobierno de Allende y por alguna razón a los medios de comunicación se les ha olvidado decir lo que nosotros estamos contando".Hasta finales de la semana pasada los laboristas no habían contestado ninguno de los ataques conservadores. Como dijo a SEMANA el politólogo de la Universidad de Londres Andrew Cooper, "los laboristas no van a contestar porque sencillamente no pueden hacerlo por estar en el poder. En cambio los conservadores aprovechan cualquier tema para hacer oposición. El caso Pinochet ha mostrado en estos meses que hay dos maneras de gobernar. Seguramente en un gobierno conservador nada de esto estaría pasando y Pinochet ya estaría en Chile. Pero desafortunadamente para él la situación no es esa y sabe que en caso de que los lores fallen en contra de él, el Ministro del Interior volverá a dar luz verde para que se inicie el proceso de extradición".Saber qué va a pasar en las próximas dos semanas es imposible de pronosticar. Lo único cierto es que el caso Pinochet ha ayudado a dividir aún más a conservadores y laboristas, quienes seguramente no dudarán en utilizar sus acciones con respecto al general como tema de la próxima campaña electoral. nLos lores decidenEl pasado 25 de noviembre un comité de cinco lores de la ley (Law Lords) decidió que la inmunidad de jefe de Estado no era aplicable a Pinochet por los crímenes cometidos contra sus opositores. Pero el 17 de diciembre, cuando el ministro del Interior, Jack Straw, había dado luz verde administrativa a la extradición, el pleno revocó el fallo por supuesta parcialidad de lord Leonard Hoffmann, quien tiene vínculos con Amnistía Internacional, una ONG que interviene en el juicio.Los Law Lords son 12 veteranos ex jueces nombrados con carácter vitalicio. En esta ocasión un panel de siete lores deberá resolver sobre la vigencia del fallo anterior y el gobierno de Chile tiene por primera vez la posibilidad de asistir.