Casi todas las personas tienen lunares, en su mayoría son una marca inofensiva del cuerpo, pero hay que ponerles cuidado porque cuando crecen y presentan cambios, se pueden transformar en malignos y provocar melanoma, el tipo de cáncer más agresivo.“Lo que llamamos comúnmente lunares son pequeñas manchas o lesiones elevadas que se desarrollan a partir de los melanocitos, que son las células que producen el pigmento en la piel”, explica dermatóloga Luisa Fernanda Galindo. Estos pueden aparecer desde el nacimiento o se forman con el paso de la vida.Para determinar si un lunar es atípico, las personas pueden recordar las características anormales del melanoma pensando en las primeras letras del abecedario. A: Asimetría, una mitad se ve diferente a la otra. B: Bordes, los bordes son irregulares. C: Color, puede tener variaciones en el color, o varios colores en la misma zona. D: Diámetro, es más grande de 6 milímetros. E: Evolución, su tamaño, color, síntomas o forma han cambiado en el tiempo.“De igual manera la piel afectada por melanoma puede sangrar o formar costra. La intuición y el autoexamen son fundamentales en la detección temprana”, agrega Galindo.Si un lunar presenta alguno de estos cambios, la simple sospecha es suficiente para acudir de inmediato a un dermatólogo, quien realizará un examen para determinar si se necesita una biopsia del lunar y establecer si se trata de un melanoma. Este tipo de cáncer puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, incluso en genitales, boca o nariz.Quienes presentan más riesgo de padecer melanoma son aquellas personas que tienen muchos lunares y sospechen de uno atípico, que tengan antecedentes familiares, que hayan recibido un trasplante de órgano o personas con fenotipo muy sensible al sol, como los pelirrojos, los que tienen ojos claros con pecas y quienes se queman fácilmente con la exposición solar, aclara Galindo.La clave para evitar que los lunares sean peligrosos es proteger la piel de los rayos del sol. El uso diario y constante del bloqueador es necesario, así como evitar las cámaras de bronceo y visitar al médico.