Para empezar, digamos que esta división es un tanto exagerada, porque todos los seres humanos tienen una parte racional y otra emotiva. Hasta la persona más fría y calculadora, en algún momento del día, de la semana, del mes o del año siente alguna emoción. Así como las personas radicalmente emotivas también pueden planear algo con lógica y lo ejecutan de manera estratégica.Este tema le podría interesar: Los 8 hábitos que tienen los jefes “chéveres”Las ventajas de ser racionalEn un taller que dictamos recientemente a una federación gremial, hice esta pregunta ¿Qué es mejor una persona racional o una emocional? Los presentes vieron que las ventajas de ser racional y de ser emotivos son las siguientes:RACIONALESEMOTIVOS1.       Permite llegar a la esencia de los problemas2.       Toma de decisiones más objetivas3.       Objetivos4.       Más detallistas, específicos y precisos5.       Toma de decisiones estratégicas y coherentes6.       Mayor orientación al resultado7.       Mayor capacidad de planeación8.       Perseverantes9.       Metódicos10.   Hacen un mejor control11.   Reformadores: mayor capacidad de solucionar problemas 12.   Solidarios13.   Motivadores14.   Más humanos15.   Comprensivos, mayor capacidad de conciliar16.   Empáticos17.   Creativos18.   Capacidad de escucha19.   Más sincero y transparentes20.   Más alegres y optimistas21.   Éticos: más atentos a los valores humanos22.   Mayor autocontrol, más estables  Para que vea: Los secretos de los verdaderos "súper jefes"A raíz de este listado, se armó un gran debate entre los presentes, sin llegar a una conclusión unánime, debido a que precisamente la mirada cambia dependiendo de cada persona. La discusión fue álgida en torno a quién de los tipos de fortalezas humanas es más objetivo, quién tiene una mayor orientación a los resultados y una mejor toma de decisiones. En cuanto a los valores y la ética, hubo un cierto consenso en que son temas transversales que están presentes tanto en los racionales como en los emotivos, sin tener evidencias de quién es más fuerte en estos puntos.Ante el dilema planteado al inicio, no hay una única respuesta posible. A mi modo de ver, el mejor jefe es el que tiene un poco –o más bien bastante- de las dos fortalezas –racional y emotiva- y lucha por huir de la tendencia natural a irse a uno de los dos extremos.El equilibrio es una receta mágica para el liderazgo sostenible. El mejor jefe siempre será el que lo inspire a dar lo mejor, a ir más allá de sus propias expectativas, y le da esa motivación o empoderamiento como persona para lograr ser la mejor versión posible y líderes inspiradores los encontramos tanto en personas como altos niveles de racionalidad como de emocionalidad. Pablo Álamo HernándezPrime Business SchoolUniversidad Sergio Arboleda@pabloalamo