Las buenas prácticas en la cocina son esenciales para prevenir el desarrollo de enfermedades bacterianas que puedan comprometer la salud. Este aspecto debe considerarse no solo durante la preparación de los alimentos, sino también en su almacenamiento, especialmente cuando quedan restos que no se consumirán el mismo día.

Según varios expertos, los alimentos pueden contaminarse con virus, hongos y otros microorganismos que pueden crecer y multiplicarse si no se mantienen en condiciones adecuadas. Por lo tanto, es crucial preservar su calidad, sabor y textura.

Es importante tener en cuenta que la exposición a la luz, el aire, la humedad y la temperatura puede afectar la calidad de los alimentos.

La comida mal almacenada puede acumular bacterias. | Foto: fcafotodigital

En este sentido, algunos alimentos son más sensibles que otros, como la pasta y el arroz. A menudo, estos sobrantes se utilizan para recalentar al día siguiente, pero esta práctica debe realizarse con precaución. Según La Vanguardia, la pasta no debe guardarse en la nevera por más de 24 horas, ya que podría acumular toxinas que no son perceptibles a simple vista, pero pueden afectar su sabor y calidad.

La experta Beatriz Robles, dietista, nutricionista y tecnóloga alimentaria, ha señalado que el bacillus cereus es un tipo de toxina que puede provocar problemas intestinales, como vómitos y otras afecciones estomacales.

Pasta de pollo con champiñones. | Foto: Semana

Esto no implica que sea perjudicial consumir los sobrantes de pasta o arroz, pero es importante evitar enfriar y recalentar repetidamente los alimentos, ya que los cambios de temperatura pueden favorecer la reproducción de microorganismos y bacterias dañinas para el organismo.

¿Qué hacer con la pasta que sobra?

La fuente en mención señala que los restos de esta comida se pueden consumir al día siguiente siempre y cuando se almacenen en la nevera y se caliente a una temperatura por encima de 75 °C; o de lo contrario, si se trata de un tipo de pasta corta, la puede consumir en comidas frías como ensaladas. De no ser así, asegúrese que quede bien caliente para que las toxinas que se hayan podido formar se eliminen y pueda consumir con tranquilidad.

Pasta de pollo con champiñones. | Foto: Semana

Sin embargo, en términos de seguridad alimentaria, los especialistas enfatizan en que cuanto menos se calienten los alimentos trasnochados va a ser mejor porque la constante manipulación hace que sea peligroso por la cantidad de microorganismos presentes.