Mantener la limpieza del inodoro es importante, ya que es una forma de asegurar que este espacio estará libre de virus y bacterias que puedan transmitirse entre las personas. Sin embargo, en ocasiones, los productos que están en el mercado pueden resultar siendo bastante costosos para el bolsillo de los ciudadanos.

Por fortuna, existen mezclas de aseo con ingredientes naturales y accesibles, que no solo ahorran dinero, sino además tiempo. Esta limpieza del inodoro garantiza el buen mantenimiento para evitar enfermedades por los gérmenes que puedan llegar a acumularse.

El bicarbonato de sodio y la sal son grandes aliados para destapar un inodoro | Foto: Con derechos gestionados de Getty Images

Para realizar este truco, se debe mezclar 250 gramos de bicarbonato de sodio, la misma cantidad de sal y 25 gotas de aceite esencial. Luego, aplicar la mezcla durante la noche en el interior del inodoro. Al día siguiente, hervir una olla con agua, la cual deberá ser depositada en el retrete. Por último, tirar de la cadena.

El bicarbonato de sodio ayuda a eliminar las bacterias. | Foto: Getty Images

De acuerdo con la plataforma El Comercio de Perú, esta mezcla debe hacerse por lo menos una vez al mes para conservar el baño en perfectas condiciones, libre de bacterias y un olor agradable.

¿Por qué aparecen hongos y bacterias en el inodoro?

El inodoro, sin duda y debido a sus funciones, es uno de los lugares que más produce el crecimiento de hongos y bacterias, debido a las salpicaduras y residuos orgánicos que quedan después de cada descarga.

Científicos detectan un microbio antiguo que podría representar un peligro para el medioambiente. | Foto: Bing Image Creator

A lo anterior se suma la falta de ventilación, la cual contribuye a la creación de un ambiente propicio para la proliferación de gérmenes, convirtiéndose en un festín para estos microorganismos.

Medidas para prevenir hongos y bacterias:

  • Limpieza regular con el uso de desinfectantes específicos para el baño, además de una limpieza a fondo al menos una vez por semana.
  • Ventilación adecuada o el uso de extractores que ayuda a reducir la humedad y evitar la formación de estos microbios.
  • Uso de productos antibacterianos siendo eficaces para combatir la proliferación de gérmenes.