Todo comenzó por un insulto que publicó en Facebook Juan Pablo Ramírez Álvarez, un asistente del concejal  Miguel Andrés Quintero Calle. En el mensaje Ramírez trataba de “hijueputas” a todos los corporados que, en primer debate de comisión, habían aprobado el proyecto de acuerdo 300, que busca otorgarle facultades pro tempore al alcalde de Medellín, Aníbal Gaviria, para reestructurar todas las dependencias de la Alcaldía, incluyendo los entes descentralizados y los empleados que suman unos 67 mil puestos de trabajo.   Hasta antes del debate programado para este jueves, el acuerdo ya había generado controversia. El concejal Juan Felipe Campuzano había dicho que otorgarle dichas facultades al alcalde, en un año electoral y a diez meses de que terminara la administración, era como firmar un cheque en blanco, pues según él, los concejales no conocen en detalle las decisiones que en materia administrativa tomará Gaviria. El concejal Bernardo Alejandro Guerra, por su parte, también había alertado sobre el tiempo récord en el que los ponentes estaban “patinando” el acuerdo, sin que hubiese mediado el tiempo suficiente como para analizar las consecuencias de una reestructuración de tamaña envergadura.   En medio del debate, el concejal Rober Bohórquez, uno de los que está a favor del acuerdo, le hizo un aireado reclamo a Quintero y le pidió que si Juan Pablo Ramírez (el que insultó por Facebook a los corporados) era su asesor, lo despidiera.   Cuando le dieron la posibilidad de réplica, Quintero dijo que los atendía de a uno, a lo que el presidente de la corporación, Fabio Humberto Rivera, contestó: “no se las tire tampoco de verraco”. Y fue en ese momento que comenzaron los insultos. Campuzano y Bohórquez se levantaron de sus sillas y se fueron acercando, en tanto se gritaban palabras de grueso calibre. Los policías que estaban en el recinto y el personal de seguridad de los mismos concejales tuvieron que mediar, por lo que Rivera, en su calidad de presidente, ordenó un receso de 15 minutos.   Al proyecto de acuerdo 300 aún le resta un debate en plenaria, que está programado para el próximo martes 24. Ese día, los mismos contradictores, se verán nuevamente las caras.