El exprocurador general de la nación Alejandro Ordóñez acaba de pasar por un momento difícil: Beatriz de Ordóñez, su esposa, falleció el 24 de septiembre pasado en Estados Unidos tras múltiples complicaciones de salud, pues padecía de esclerosis lateral amiotrófica, más conocida como ELA, una dolencia que la mantuvo en silla de ruedas durante varios meses.

Después del lamentable hecho, distintos sectores empezaron a especular sobre el futuro del exprocurador, el hombre que destituyó desde la Procuraduría a distintos personajes de la vida política, entre ellos, al hoy presidente Gustavo Petro y la senadora del Pacto Histórico Piedad Córdoba; el primero, por el escándalo de las basuras cuando fue alcalde de Bogotá, y la segunda, por nexos con la farcpolítica.

Algunos afirmaron que Ordóñez, reconocido por su fiel seguimiento a los principios de Dios y la religión católica, se convertiría en sacerdote católico. Incluso, hablaron de diácono permanente, una figura que les permite a los hombres con hijos, y quienes hayan contraído matrimonio, ejercer algunas funciones de los sacerdotes, menos celebrar eucaristías.

SEMANA habló con Ordóñez y lo negó tajantemente.

“No es cierto que haya ingresado a algún seminario”, enfatizó desde Washington, donde actualmente reside. “Tampoco es cierto que me vaya a convertir en sacerdote”, aclaró el reconocido abogado.

Ordóñez, además, le aclaró a esta revista que no es cierto que haya ingresado al Seminario Santo Tomás de Aquino de la Comunidad Lefebvrista. Al contrario, es allí donde actualmente reposan los restos de su fallecida y amada esposa.

Por ahora, según le contó el también exembajador de Colombia en la ONU a SEMANA, seguirá viviendo en Estados Unidos, al menos, durante los próximos meses, porque actualmente trabaja en consultorías y brinda asesorías jurídicas en Norte América.

Recordemos que desde febrero de 2023, esta revista informó que el exprocurador no tenía intenciones de regresar a Colombia.

Al menos, buscó vender su apartamento en Bogotá, donde vivió durante muchos años.