Francisco Santos dejó la embajada de Colombia en Estados Unidos desde el 15 de julio pasado. Tan pronto le recibió el cargo el nuevo diplomático, Juan Carlos Pinzón, el exvicepresidente empacó sus maletas y se regresó a Colombia.

En Bogotá, donde está radicado, no solo se ha dedicado horas a disfrutar de Belén, su primera nieta, sino a degustar los manjares colombianos que casi nunca podía probar en tierra gringa.

Este viernes, por ejemplo, su menú ‘gourmet’ estuvo muy lejano de las exquisitas comidas norteamericanas: chorizo, arepa, tocino, queso, gaseosa y ají en un restaurante de Cundinamarca.

“Como el doctor Argiro Castaño disfruto de un saludable almuerzo. Mucho vegetal para mi gusto eso sí. Qué rico estar en Colombia, mi país”, dijo el exdiplomático. Atrás quedaron, al menos por ahora, la cadena de restaurantes de comida mexicana, Taco Bell, que Santos visitaba constantemente en Washington.

Por ahora, el exvicepresidente descansa y visita a amigos y familiares. En los próximos meses decidirá cómo apoyará a la derecha de cara al 2022.