Cuando publicó la biografía de Pablo Escobar, Alonso Salazar —uno de los escritores y promotores de la investigación social más reconocidos del país y además exalcalde de Medellín— no dimensionó que en unos pocos meses ese libro acabaría convertido en un clásico de la literatura colombiana.
La parábola de Pablo, que llegó a las librerías en 2001, desde su primera edición se ha mantenido como la biografía más completa sobre el siniestro capo del cartel de Medellín; un libro que ha inspirado, entre otras, la famosa serie de televisión Escobar, el patrón del mal.
Nacido en Pensilvania, Caldas, Salazar decidió reeditar esta obra cardinal, bajo el sello Debate, justo en 2023 cuando se cumplen 30 años de la muerte de Escobar. Así, los lectores podrán contar con una versión revisada que incluye un capítulo nuevo sobre las fuentes consultadas por el autor para la actualización del libro en su totalidad. Esta edición incluye también el prólogo de Andrés Parra, actor reconocido por su interpretación del capo.
“Cuando este libro se publicó, había dificultad real para conseguir información sobre Pablo Escobar, su mundo y su gente, a pesar de lo cual el texto mantiene vigencia. Hoy, casi treinta años después de su muerte, la dificultad es exactamente la contraria: abunda información sobre Escobar. En tres décadas su vida dejó de ser secreta y está sobreexpuesta”, dice el autor.
Y agrega: “Ahora que he querido actualizarme he visto varias series, horas de entrevistas y he leído gran parte de los libros publicados. Además de su hijo, su esposa, sus hermanos y su amante, han escrito su historia sicarios y socios del crimen, oficiales de la Policía y hasta un general del Ejército, cuestionado por permitir su fuga, se defendió en un libro que tituló Cogobierno en La Catedral”, explica Salazar sobre las fuentes para esta nueva edición.
Salazar también agrega que “no necesariamente hay más verdad. Los relatos son interesados, los autores se justifican, critican lo que consideran nefasto, dicen que intentaron moderar a Pablo; guardan silencios convenientes, o explícitamente culpan o absuelven involucrados, incluso algunos autores cercanos se califican como víctimas”.
El autor reconoce que “se han asomado verdades importantes para la historia, como la participación activa de los hermanos paramilitares Fidel y Carlos Castaño en las acciones narcoterroristas y los magnicidios ordenados por Escobar, que ellos habían tratado de ocultar para mantener la idea de que habían ejercido solo una violencia antisubversiva, a la que le daban tintes patrióticos. Hay preguntas que siguen sin resolverse, como la de quién le dio el disparo definitivo cuando caminaba sobre el tejado”.
También salieron a la luz acusaciones severas entre miembros de la familia Escobar, con furias de las que suelen darse por la disputa de riquezas, “de las cuales la más sorpresiva es la que hacen Victoria y Juan Pablo cuando acusan a Roberto, El Osito, su hermano, y a su madre, Hermilda, de haber traicionado a Pablo antes de su muerte. Desde luego, también han aparecido detalles nuevos sobre Pablo y su vida, como que tardaba hasta dos horas lavándose los dientes; Victoria lo motilaba y le hacía manicure y pedicure; tenía cierto complejo por ser bajito, por lo cual usaba zapatos con plantilla; en la autopsia se constató que tenía una pierna más larga que la otra; desde pequeño prefirió el color azul para sus habitaciones; dejó de afeitarse; en sus últimos días se le vio ensimismado; un poquito loco; o que un tanatólogo pasó veinticuatro horas con su cadáver para hacerlo presentable, pero solo lo pudo vestir con extrema sencillez: sin zapatos y con una camiseta y un jean”, relata Salazar en este nuevo capítulo de la edición actualizada.
Este libro vuelve a publicarse con algunos ajustes y precisiones que tienen sentido corroborando informaciones nuevas, pero manteniendo sin cambios sustanciales lo expuesto en la primera edición del 2001.