Semana.com: ¿Cómo se sintió luego de ganar el premio de Voluntariado Juvenil para colombianos en el exterior?Juan Manuel López: No me lo esperaba, no fue algo que estuviera en mis planes. Es una felicidad grandísima poder representar a mi país en lo que estoy haciendo, este es un premio que no es un logro mío únicamente, es de las personas con las que trabajo y de los voluntarios que han dedicado horas a esta labor. Es un premio a la humanidad, al fin y al cabo es un humano ayudando a otro humano.Es una asociación que se llama Juventud con una misión, nosotros a través de los medios nos dimos cuenta que muchos refugiados estaban llegando a Grecia y estaban pasando por una isla llamada Lesbos, después de hablarlo y comentarlo con todas las personas que trabajamos, tomamos la decisión de que sería bueno enviar un grupo de personas para ver cuál es la situación y que era lo que estaba pasando, así que de esta manera surgió la iniciativa de ir a Grecia. Lo hicimos por primera vez hace un año y seis meses.Semana.com: ¿Con quiénes empezó a liderar ese proyecto?J.M.L.: Fue dentro de la organización, Juventud con una Misión, cuando vimos que había tantas necesidades en la isla, decidimos enviar un grupo por tres semanas para ver cuál era la situación, qué era lo que estaba pasando, cuál era realmente la situación y si había gente que realmente les estaba ayudando o no.Nosotros nos dimos cuenta que teníamos un grupo de personas y en general de voluntarios que estaba dispuesto a ayudar a esas personas refugiadas en su crisis, pues fue precisamente cuando a diario estaban llegando alrededor de 500 o 600 personas a la isla. Desde ese momento empezamos a llevar equipos regularmente, cada tres semanas, pero al poco tiempo nos dimos cuenta que era necesario un equipo que estuviera fijo allí porque las necesidades eran muy grandes. Así fue como empecé a trabajar directamente en Grecia, traje un grupo de más o menos 8 personas con el cual empezamos a trabajar en un barco que también hace parte de nuestra organización, este tiene una capacidad para 44 personas las cuales llegaron días después de mi llegada, desde ahí empecé a trabajar con este grupo con más o menos 40 o 60 personas que fueron organizadas para ayudar a los refugiados en diferentes horarios.Semana.com ¿Previamente ustedes ya habían trabajado con grupos de migrantes en otro país?J.M.L.: Mi grupo como tal no, nunca habíamos trabajado con grupos desplazados por la violencia, nosotros sí tenemos ya experiencia con otros grupos vulnerables, por ejemplo con el tema de la prostitución, los orfanatos, habitantes de calle que no tienen los medios para trabajar o algo por el estilo y que desgraciadamente no tienen un hogar o una familia que les apoye. Esos son los grupos en los cuales habíamos focalizado la ayuda anteriormente y aunque no habíamos parado de ayudar a estos grupos y nuestros proyectos con ellos no han terminado, si nos hemos focalizado mucho más en el último año en la ayuda con los refugiados de guerra que llegan de países como Siria, Irán, Irak y Afganistán.Semana.com: Es decir que en este momento solo se enfocan en víctimas de los conflictos en esos países… J.M.L.: En este momento también trabajamos con personas que son traficadas por prostitución, con niños que viven en orfanatos y también habitantes de calle; sin embargo el trabajo que se realiza con estas personas es en Francia.Semana.com: ¿Es decir que ustedes realizan un trabajo a la par en Francia?J.M.L.: Sí, aunque son diferentes grupos de trabajo, nosotros tenemos un grupo en Grecia que por lo general realiza una rotación, ahorita voy a estar 7 meses trabajando acá (en Grecia) y luego me devolveré a Francia. Esto se hace porque es un trabajo muy pesado, pues no solo trae impacto a nivel físico sino también psicológico, precisamente por las historias con las que llegan los refugiados, son historias que afectan mucho, por eso necesitamos también un poco de tiempo en un lugar más común como podría ser Francia.Semana.com: ¿Dónde están realizando el trabajo actualmente?J.M.L.: En este momento nos encontramos con tiendas para acampar en donde se alojan más de 3.500 personas en un campamento que inicialmente fue pensado para mil.Semana.com: ¿Cuál ha sido la experiencia más significativa para usted en su labor?J.M.L.: Son miles, millones de personas que han pasado por este campamento, cada una tiene una historia diferente, son historias difíciles, no es normal que una persona tenga que pasar por esos problemas. En ellas existe mucha violencia y muchas pérdidas familiares, entre ellas hay historias de jóvenes que llegan acá en la adolescencia, hay por ejemplo unos primos que llegaron acá luego de que ambas familiar murieran en uno de los ataques en la ciudad en la que ellos vivían; esos dos niños empezaron su viaje caminando desde donde ellos vivían, por toda Siria y por Turquía, luego encontraron un traficante que les ofreció llevarlos hasta esta isla.Semana.com: ¿De dónde sale la vocación de ayudar a las personas?J.M.L.: Yo soy cristiano, todo lo que he aprendido y a la conclusión a la que siempre he llegado es el ayudar al prójimo y al necesitado. Lastimosamente el ejemplo que algunos cristianos dan de esta religión es diferente y es algo que va dirigido en otro sentido. Hemos llegado a la conclusión que la ayuda al que lo necesita es importante y es algo que nosotros deberíamos tomar en cuenta antes de buscar poder, fama o dinero, como algunos lo hacen. Para mí eso es algo secundario y si veo que la gente está perdiendo su vida a mí me motiva mucho ver que les puedo ayudar a recuperar esa vida, los sueños y esa esperanza que, por la situación por la que están pasando, ellos no tenían, uno siempre va a encontrar a alguien a quién ayudar.Semana.com: ¿Cómo ve a Colombia en el tema del apoyo humanitario?J.M.L.: Honestamente creo que Colombia debería estar en una mejor posición para ayudar a los refugiados que el mismo pueblo de Grecia, el ejemplo de ello es la deuda externa que tiene y que nunca va a poder pagar; además cuando llegué acá (Grecia) me di cuenta que ellos tienen también una deuda interna que es el doble de la deuda externa. Esa situación ni siquiera los colombianos la tenemos, nosotros tenemos una historia de 50 años en guerra que está cambiando y que es prometedor el cambio que Colombia se está teniendo. Los colombianos estamos en una mejor posición para ayudar que incluso las mismas personas de Grecia.Semana.com: ¿Qué le falta a Colombia para brindar ese apoyo?J.M.L.: Primero que todo nos falta informarnos de lo que está pasando en todas partes del mundo, hace un año en las noticias el boom fue la situación de las personas de Siria y de Afganistán que pasaban por la guerra, el movimiento para ese entonces era grandísimo, luego de dos o tres meses las noticias no se interesaron más aunque la problemática sigue existiendo. Nosotros trabajamos con lo que tenemos pero muchas veces no tenemos lo suficiente para satisfacer las necesidades mínimas. La segunda cosa es planificar las ayudas que se pueden brindar, unir fuerzas y saberes de cada uno para ponerlos en práctica; la oportunidad que nosotros tenemos como colombianos ahora es influenciar la historia de un pueblo que lo necesita.