Todo estaba listo para que este viernes el Concejo de Bogotá votara en la plenaria la consulta popular para que se avalen o se prohíban las corridas de toros y novilladas en la capital. La propuesta para que los ciudadanos voten a favor o en contra provino de organizaciones animalistas y de la Administración Distrital que por meses estudiaron cuál debería ser la pregunta para que los bogotanos decidan en las urnas. La idea es que esta sea votada en las elecciones de octubre. En febrero de este año la Corte Constitucional les dio la razón a los taurinos al restituir la plaza de toros la Santamaría para que se llevaran a cabo las corridas, pero sobre todo protegió el “derecho a la libre expresión artística” de las taurinos. Ante ese fallo, la Alcaldía y los animalistas decidieron que era necesario que los ciudadanos se expresaran por medio de una consulta. Es por eso que hace unas semanas la Alcaldía presentó la pregunta para que el Concejo de la capital la avale. Un trámite obligatorio ordenado por la ley. El texto para la aprobación es sencillo: “¿Está usted de acuerdo, sí o no, con que se realicen corridas de toros y novilladas en Bogotá, Distrito Capital?”. Pero este viernes cuando se creía que todo estaba listo surgió un imprevisto. Dos concejales encontraron que no se podía darle trámite a la iniciativa ya que una reforma a la Ley de Participación Ciudadana, la cual fue sancionada el 6 de julio, cambiaba las reglas de juego. Uno de esos cambios es que la ley obliga a que el alcalde y sus 12 secretarios tengan que entregar la propuesta de la consulta con sus respectivas firmas al Concejo. Es decir, que este requisito no se había cumplido, pues no estaba previsto en la pasada norma. “El desconocimiento de la ley no sirve de excusa, el proyecto se hubiera hundido por vicio de trámite en el Tribunal”, dijo el concejal del MIRA, Jairo Cardozo. Por su parte, la concejala María Victoria Vargas también encontró la inusual irregularidad. “El Concejo hubiera podido decir hoy que sí, pero cuando llegue al control de constitucionalidad lo tumba, porque va a decir que hay una nueva ley con otros requisitos distintos”. La administración Distrital aceptó que el trámite podría estar viciado. La secretaria de Gobierno, Martha Lucía Zamora dijo que cuando se radicó la petición al Concejo no estaba en vigencia la ley. “Se hará el ajuste para continuar el proceso en el Concejo”. Este lunes se presentará la propuesta con las firmas. Organizaciones Mientras tanto, los antitaurinos y los amantes de la llamada fiesta brava protestaron cada uno por separado para que se apruebe o se rechace la consulta. La integrante de Bogotá Sin Toreo Natalia Parra aseguró que la consulta va a determinar, “Si hay arraigo o no, lo cierto es que no se va a constreñir a nadie, al que le guste las podrá ver en otro lado”. El presidente de la Unión de Toreros de Colombia, Gitanillo de América, está con la idea de que ellos son una minoría y que no pueden estar de acuerdo con que el país se gaste “más de 26.000 millones de pesos en la consulta. Tampoco se nos puede atropellar porque somos una tradición artística y cultural”. Así la cosas, arrancó con tropiezos un debate que promete mantener la atención de los bogotanos por un largo tiempo.