El alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, dice que se acabaron las oportunidades para salvar la economía de Colombia este año tras el fuerte golpe por la pandemia de covid-19. Su pronóstico es desalentador y por eso pide al Gobierno nacional medidas más extremas.  “Se agotaron las oportunidades de la Semana Santa y los festivos de junio, julio y agosto. La pandemia nos lleva a una inédita y peligrosa situación económica, es necesario actuar”, dijo el mandatario caleño, quien en varias oportunidades ha pedido al presidente Iván Duque descentralizar los recursos para que alcaldes y gobernadores puedan diseñar estrategias económicas que se ajusten a las diferentes regiones. “Esencial ingresar a una economía por el bien común y de valor público”, agregó. 

Así las cosas, Ospina plantea que la economía nacional “debe tomar instrumentos como si se tratara de momentos de guerra”. Lo anterior implica, según el alcalde caleño, que se impongan impuestos extraordinarios a grandes fortunas y salarios; también, proveer acceso a créditos públicos a los entes territoriales con tasas compensadas y de largo plazo para realizar pagos.  “Esencial que su ejecución se lleve a proyectos intensivos en mano de obra que posibiliten, a su vez, mayor y mejor infraestructura para lo que será la era pospandemia”, precisó Ospina.  Economía paralizada  Hoy Cali tiene parte de su economía paralizada por cuenta de la covid-19. Los sectores dedicados al turismo y la vida nocturna están ‘ad portas‘ de un colapso económico total, según reseñan algunos gremios. Y a pesar de que el Ministerio de Salud dio el visto bueno para reabrir gimnasios, el sector deporte —sobretodo las canchas sintéticas— está muy golpeado. 

En las zonas rosa de la ciudad abundan los letreros: “Se alquila” y “Se vende este negocio”. Centenares de bares, discotecas y restaurantes han cerrado definitivamente sus puertas. Algunos aseguran que las deudas de arrendamiento y con los bancos ascienden a cifras millonarias. “Las ayudas anunciadas por el Gobierno al comienzo de la pandemia nunca llegaron. Uno iba al banco y las respuestas siempre eran negativas para acceder a cualquier crédito”, asegura Jonathan Briceño, expropietario de un gimnasio en el sur de Cali.  Industria cultural y creativa, en cuidados intensivos  El Centro de Inteligencia y Económica y Competitividad (Ciec), adscrito a la Secretaría de Desarrollo Económico, presentó el nuevo informe donde se da cuenta de que la industria cultural y creativa de Cali es una de las más golpeadas por la pandemia.  Para los investigadores del Ciec, el estudio arroja datos importantes que explican la grave crisis económica por la que atraviesan los trabajadores del sector de la cultura y el entretenimiento. La primera responde a dos problemas estructurales que existían antes de la pandemia, los cuales quedaron expuestos en la coyuntura actual: la informalidad laboral y la débil generación de ingresos estables del sector.

Federico Vallejo, economista e investigador del Ciec, explica que la informalidad del sector se refleja en el bajo porcentaje de trabajadores que cotizan por régimen contributivo. “Solo el 55 por ciento está afiliado al contributivo. De ese porcentaje, el 22 por ciento son beneficiarios, lo cual indica el bajo nivel de formalidad de estos trabajadores. Así mismo, el 78 por ciento de los trabajadores no cotiza al sistema de pensión, lo cual indica una inestabilidad a largo plazo por ausencia de pensión de vejez”. El informe también revela que apenas el 7,4 por ciento de los trabajadores de la cultura cuenta con una fuente de ingresos estable, a través de modalidad de contratación a término fijo o indefinido o por prestación de servicio. De otro lado, el  66 por ciento de los trabajadores laboran por cuenta propia con fuentes inestables de ingreso.   La investigación muestra que la pandemia creó dos problemas emergentes: la pérdida de empleos y las dificultades para el funcionamiento. De acuerdo con el Dane 2020, en Cali y para el trimestre abril-junio de este año, se perdieron 62.000 empleos relacionados con las actividades artísticas y del entretenimiento, lo cual corresponde a una reducción del 43,9 por ciento de la población ocupada en el sector con respecto al mismo trimestre del año 2019.

De igual manera, el aplazamiento y la cancelación de los eventos o actividades que estaban programados produjeron pérdidas de $75.000 millones para trabajadores y $46.545 millones para las empresas. Para el profesor Vallejo, “si se compara esta industria con otras ramas del sector productivo, este sector es el que más empleos ha dejado de generar”.  Sobre las dificultades para el funcionamiento, el investigador asegura que más que no realización presencial de algunos eventos de talla mundial programados para el segundo semestre del año, como el Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez y otros de la temporada de festivales, tendrá efectos sobre la economía, no solo en los ingresos y empleos, sino en la promoción, divulgación y reconocimiento de la cultura del Pacífico y de la ciudad a nivel internacional.