Los intentos de las ciudades chinas por contener el comercio ilegal de animales salvajes no paran. Mientras ayer dos capitales del país asiático anunciaban subsidios para que los granjeros se dediquen a otras actividades, como la agricultura, hoy se conoció que Wuhan, capital en donde se presentó el primer infectado de coronavirus, impuso una prohibición total en torno a la relación de los humanos con estas especies. De acuerdo con una comunicación oficial dada a conocer por el gobierno de esta ciudad, la decisión se centra en prohibir la caza,  la cría, el consumo y el comercio ilegal de este tipo de animales.  "Se impone un veto total al consumo de animales salvajes y de sus productos, la prohibición se aplica a todos los animales terrestres, también los incluidos en la lista estatal de animales protegidos, en la lista de animales de valor económico o científico importante, los animales que crecen y se reproducen en condiciones naturales y los animales salvajes criados por el hombre", destaca la norma.  De esta forma, en adelante será un delito que las personas cacen este tipo de animales o que los críen en cautiverio con el propósito de luego consumirlos o comercializarlos de manera ilegal.  La venta de estas especies no estará permitida ni en mercados convencionales, ni en tiendas y tampodo a través de internet.  Le recomendamos: Ciudad china prohíbe el consumo de perros y gatos La prohibición de estas actividades tiene un periodo de vigencia de cinco años a partir de este miércoles cuando entró a regir el decreto que fija la nueva normatividad.  No al consumo de perros y gatos El mes pasado, las ciudades de Shenzhen y Zhuhai, también en el país asiático, decretaron no comer perros, gatos y animales silvestres, con el fin de impedir futuras epidemias como la actual pandemia de la covid-19.

En los mercados vivos, los animales son sometidos a prácticas de crueldad.  El consumo de animales silvestres es muy popular en el sur, donde se encuentran ubicadas estas capitales. Se cree que personas que comieron animales silvestres o trabajaron con ellos en zonas cercanas a Shenzhen fueron los primeros en propagar el síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés) en 2002 y 2003, después de contagiarse con murciélagos infectados. Le sugerimos: El comercio de animales salvajes aumenta el riesgo de epidemias Las regulaciones de Shenzhen prohíben de manera permanente el comercio y consumo de animales silvestres, rebasando la prohibición temporal emitida por el gobierno central al inicio de la actual pandemia. Estas prohibiciones han sido celebradas por los defensores de los derechos de los animales.  No cabe duda de que los esfuerzos se están dando en el sentido no solo de proteger a estas especies, sino de evitar la generación de más virus que puedan seguir afectando a millones de personas en el mundo y va de la mano de los permanentes y cada vez más agudos llamados desde diferentes organizaciones para que se acabe con los mercados vivos de animales, lugares en los que las especies son traficadas de manera cruel y que además se convierten en focos de enfermedades.