Cuando la pandemia llegó a Polonia, lo que más sorprendió a Juan Carlos Gaitán Velásquez y a Luis Esteban Kilby fue la forma en la que los ciudadanos del país europeo acataron las medidas que impuso el Gobierno. “Aunque los polacos sean muy fríos al interactuar, tienen una noción de equipo y de nación muy grande. Hay una conciencia de que al quedarnos en casa ayudamos a los demás. Nosotros como extranjeros estamos tratando de hacer lo mismo”, dice Velásquez.  Ambos se dedican al análisis de datos y residen en Varsovia, la capital de Polonia. Velásquez, de 29 años, llegó al país de Europa Oriental hace un año y medio; Kilby, de 30 años, hace seis meses. 

Ambos recuerdan que cuando se conoció el primer caso en el país, la reacción del Gobierno fue inmediata. “Polonia fue uno de los primeros países de la Unión Europea que habló del cierre de fronteras”, cuenta Kilby. Por esto mismo, según describen, fue uno de los primeros países en sufrir el pánico colectivo. En la primera semana, los supermercados estaban vacíos. “No había nada, ni carne, ni papel, nada. La gente tenía miedo”, cuentan.  De acuerdo con sus cálculos, la pandemia inició allí hace un mes aproximadamente. “El virus entró por Alemania, por las ciudades cercanas”, dice Velásquez. En las dos primeras semanas el Gobierno decretó el confinamiento parcial, recomendando a las personas quedarse en sus casas y cerrando las fronteras. Para ese entonces, sin embargo, la vida de los ciudadanos seguía desarrollándose con total tranquilidad. Luego de ese tiempo, las medidas se endurecieron con el aumento de casos y con lo que estaba sucediendo en otros países del continente como Italia y España, por lo que se decretó el aislamiento obligatorio. Escuche el pódcast de los colombianos en Polonia aquí.

Las personas no tienen permitido salir a los parques ni a ningún sitio de reunión. El servicio público debe funcionar con el 50 % de su capacidad y si por alguna razón, como el abastecimiento, las personas deben salir de sus hogares, deben mantenerse a dos metros de distancia de las demás personas. Asimismo, se decretó que desde el 16 de abril todas las personas que salgan a la calle deben hacerlo con tapabocas. La cuarentena obligatoria, por el momento, se llevará a cabo hasta el 29 de este mes.  Para Velásquez, el recibimiento y la aceptación que han tenido las personas frente a las medidas ha sido increíble. “Cuando llegué a este país, mis compañeros me dijeron que ellos han pasado momentos muy difíciles a lo largo de la historia, pero que han logrado salir adelante gracias a que trabajan en equipo, como si fueran uno solo”, cuenta. “De hecho, muchas comunicaciones frente al virus tienen el mismo mensaje. Siempre hablan de nosotros. Los polacos piensan en todos, piensan en sus abuelos, en sus niños”, describe. 

Sin embargo, aunque el panorama en Polonia es mucho más positivo, según cuentan, con relación a la situación en otros países europeos, el hecho de permanecer encerrados también ha sido difícil. “Está la soledad. La imposibilidad de interactuar con los amigos, de salir a viajar, de tener libertad”, dice Kilby. El tiempo en casa también les ha permitido incursionar en otro tipo de actividades, como la cocina. “En Colombia nunca cocinaba, aquí estoy intentando preparar platos mirando recetas en internet”, cuenta Velásquez. Asimismo, también ha sentido una necesidad por mantener el espacio en el que habita limpio. “Barro y hago aseo todos los días”, dice.  Si bien sienten tranquilidad en el país donde residen, hay algo que les preocupa: la salud de su familia. Muchos de sus seres queridos viven en Colombia y en otros países de Latinoamérica. “Uno está lejos de su familia y cualquier tipo de situación que ocurra uno no tiene la facilidad de ir a estar con ellos. Es muy dura la idea de que le pueda ocurrir algo a la familia y uno no pueda estar ahí”, dice Gaitán Velásquez.  De hecho, Velásquez sintió preocupación por su familia, específicamente por su papá. Velásquez recibió la visita de su familia en Europa hace un mes y medio aproximadamente. El brote de la pandemia los cogió por sorpresa mientras viajaban juntos en un recorrido turístico por el continente. Cuando su familia regresó a Argentina, país en el que residen desde hace cuatro años, su papá comenzó a enfermarse más y más. “Cuando él se fue tenía tos. Luego me enteré que estaba enfermo. Según me cuentan, parece que adquirió el virus. Sin embargo, no supimos si era efectivamente coronavirus. Él dice que no le hicieron pruebas, a pesar de tener todos los síntomas”, dice. “Al principio mi familia no me decía nada, yo creo que lo hicieron para que no me preocupara”, agrega. 

Por esto, piden a los colombianos que sean muy disciplinados con el acatamiento de las medidas. “En Polonia la situación podría decirse que es positiva porque la gente se ha tomado las medidas muy seriamente. Debemos cuidar a los demás y ser positivos”, dicen