Han pasado siete meses desde que el coronavirus apareció por primera vez en Wuhan, China. Desde entonces ha dejado miles de personas muertas en todo el mundo, los sepelios se convirtieron en el pan de cada día, y a la par, millones de personas ganan la batalla y se recuperan en medio de aplausos y aleluyas, sin embargo, no ha sido la suerte que corrieron 13 monjas de un convento en Michigan, Estados Unidos, quienes fallecieron a causa del virus; 12 de ellas murieron en un solo mes.  Todas tenían entre 69 y 99 años, es decir, estaban dentro de uno de los grupos que, según han dicho los expertos, mayor riesgo tiene. Pertenecían a la congregación Hermanas Felicianas de Livonia y estaban ubicadas a las afueras de Detroit.