Con el fin de disminuir el riesgo de transmisión en los trabajadores del sector salud y funerario, así como de familiares, comunidad en general y demás autoridades involucradas, el Ministerio de Salud explicó cómo es el manejo, el traslado y la disposición de los cadáveres por coronavirus.

Según el informe, queda restringida la realización de necropsias sanitarias o prácticas similares y embalsamietos para todos los casos con presunto o confirmado contagio de covid-19. Igualmente, "todo el personal que interviene en el manejo, traslado y disposición final de los cadáveres asociados a la infección deberán cumplir las normas de bioseguridad".

Por orden del Distrito, todos los casos en Bogotá están siendo trasladados al cementerio Serafín, frente al relleno sanitario Doña Juana, bajo la instrucción de pasar directamente del carro fúnebre a la cremación, con lo que se justifica también la normativa del Ministerio de Salud.

‘‘La disposición final del cadáver será preferiblemente mediante cremación. Cuando no se cuente con este tipo de instalaciones en el territorio donde ocurrió el deceso, se practicará la inhumación en sepultura o en bóveda. En todo caso, el alistamiento del cadáver se realizará siempre en el lugar del deceso y no se permitirá el traslado hacia otra ciudad o municipio", dice el informe del Ministerio.

Según Carlos Martínez, administrador del cementerio Serafín, cuando son varios los cuerpos que llegan bajo el diagnóstico del virus, los demás deben esperar abajo, teniendo en cuenta que cada uno se demora en promedio hora y media en volverse cenizas, a una temperatura de 1.000 °C.

Martínez explicó las reglas que se han implementado por la pandemia: “Como máximo puede haber 10 personas en cada ceremonia, aunque últimamente muchas veces no llega nadie, solo el cuerpo”. Según el administrador, ahora los velorios duran horas y no días, e incluso ya nadie está asistiendo a los entierros o cremaciones, todo a causa del brote de covid-19.