Una investigación realizada por científicos de la Universidad de Oxford asegura que una tercera dosis de la vacuna AstraZeneca podría tener un fuerte refuerzo inmunitario contra la covid-19 y las diferentes variantes que se han identificado en las últimas semanas.

Los expertos de Oxford afirmaron que sería necesario administrar un tercera dosis de la inyección seis meses después de la segunda con el fin de elevar los anticuerpos en la sangre, que además serían capaces de bloquear las variantes Alfa, Beta y Delta, según registró el portal Infobae.

Sin embargo, el análisis ha sido controvertido por uno de los investigadores de la misma universidad llamado Sir Andrw Polland. Según este experto, si bien se puede ver un aumento en la inmunización de las personas con una tercera dosis, el esquema de dos refuerzos ha funcionado bastante bien y por eso no se considera necesaria una más.

Para Pollard, sería más importante que se enviara dosis adicionales a países en desarrollo donde todavía no se han podido completar los esquemas de vacunación de toda la población y no usarlas en una tercera dosis en el Reino Unido, teniendo en cuenta que con dos ha sido suficiente.

Sin embargo, a pesar de las sugerencias del experto, el estudio realizado a 90 voluntarios mayores de 40 años a los cuales se les puso un refuerzo de la vacuna concluyó que se registraron un aumento de los anticuerpos en comparación con aquellos a los que solo se les aplicó dos dosis.

Además, de acuerdo con Infobae, los investigadores también identificaron niveles altos de células T, un glóbulo blanco que tiene un papel clave en la protección del cuerpo contra el virus.

A pesar de su negativa de ver necesaria la tercera dosis, Pollard afirmó que en el único caso en el que lo consideraría probable sería en el que la variante Beta surafricana llegara a Reino Unido ya que se ha podido comprobar que es una de las más resistente a las vacunas.

Sin embargo, algunos expertos consideran que la variante podría tocar la cima de la infección una vez toda su población esté vacunada por lo que sí consideran necesaria una tercera dosis.

La razón por la que estos nuevos ensayos son tan importantes es porque sabemos que la variante Beta es una variante que ha sido bastante buena para escapar de la inmunidad de la vacuna”, advirtió el experto pero añadió que: “por ahora hay poca necesidad de administrar una tercera dosis a las personas porque la estrategia de dosis doble ya funciona muy bien contra las variantes Delta de la India y Alfa de Kent”.

En cuanto a las vacunas Pfizer y Moderna, un estudio de la facultad de medicina de la Universidad de Washington encontró que estas dos vacunas tienen una reacción inmunitaria que persiste en el organismo por más tiempo para proteger el cuerpo contra el coronavirus.

Los resultados de varios estudios determinaron que la mayoría de las personas inmunizadas con vacunas de ARN podrían no necesitar esfuerzos siempre y cuando el virus no evolucionen más allá de sus formas actuales.

El estudio realizado por la revista Nature a 41 personas inmunizadas con dos dosis de Pfizer mostraron que luego de la segunda dosis de la misma se redujeron los células de memoria que reconocían el coronavirus se redujeron.

Otros estudios también en Inglaterra, buscarán estudiar siete vacunas COVID-19 diferentes como posibles refuerzos, que se administrarán al menos entre 10 y 12 semanas después de una segunda dosis como parte del programa de vacunación en curso. Se proporcionará un refuerzo a cada voluntario y podría ser una marca diferente a la que se vacunó originalmente. Las vacunas que se están probando son Oxford/AstraZeneca, Pfizer/BioNTech, Moderna, Novavax, Valneva, Janssen y Curevac, así como un grupo de control.