Muchos colombianos estaban cumpliendo este año el sueño de viajar a otros países. Sin embargo, la rápida propagación de covid-19 y las medidas de los diferentes gobiernos para detener su propagación los tomó por sorpresa. Por eso, cientos de compatriotas no pudieron regresar a casa. Muchos de los que quedaron varados en países del extranjero tienen urgencia por regresar, debido a que las condiciones en las que están viviendo no son las mejores. Este es el caso de dos colombianos que se encuentran en Tailandia y que claman ayuda para regresar.  “Hacemos un llamado urgente a las autoridades colombianas para que todas esas medidas que han anunciado a través de la Cancillería, los medios de comunicación y los consulados se hagan concretas, que sean reales. Necesitamos recursos para poder aguantar, para pagar hospedaje y alimentación urgente”, dice Andrés Felipe Álvarez, colombiano proveniente de Palmira, Valle. 

“Hace 3 semanas salió un decreto donde se estimaba un dinero para las personas que estamos por fuera de Colombia. Hasta ahora no hemos recibido ni un centavo, ya muchos estamos en una situación muy crítica y por eso hacemos un llamado al Gobierno colombiano para que se ponga la mano en el corazón y no nos deje abandonados”, agrega Marcela Ruíz, oriunda también del Valle y quien comparte aislamiento con Álvarez.  Viven en Chiang Mai, al norte de Tailandia. Todos los días, uno de los dos sale del hotel donde se encuentran confinados para abastecerse de agua y comida. “Aquí en donde vivimos tenemos frutas, mecato, pancito, más frutas y miel de abejas para alimentarnos”,cuenta Álvarez. Al no tener una cocina donde preparar sus comidas, acuden a donde una mujer que les prepara el almuerzo. “Hay poca gente en la calle. La única interacción que tenemos es con una señora que nos cocina todos los días”.

Así como muchos colombianos que piden ser repatriados, ellos jamás imaginaron que todo se convertiría en un caos. “Es un privilegio poder estar aquí y ver una cultura tan diferente a la nuestra. Es una lastima que no la podemos vivir como debe ser”, dice Ruíz. Ambos saben que deben cuidarse para no tener que ir a un hospital. “Además, si uno de los dos se contagia, nos van a separar”, cuenta Álvarez. A pesar de que no están viviendo en las mejores condiciones, el recibimiento y el trato de los tailandeses los ha ayudado a sobrellevar el difícil momento. “No hemos recibido gesto de xenofobia ni hostilidad. La gente lo recibe a uno con una sonrisa, a pesar de que tienen tapabocas, se les nota en la cara. La gente es supremamente amable”, dicen. En el país asiático el primer caso de contagio se conoció a principios de enero. A finales del mes de marzo, cuando ya se registraban 827 casos, el Gobierno aprobó el estado de emergencia con el fin de imponer restricciones para controlar la expansión del covid-19. “Decidimos movernos hasta quedarnos en esta ciudad, en la que hicimos un aislamiento voluntario porque el Gobierno tailandés no ha declarado la cuarentena obligatoria”, cuenta Ruíz. 

Frente a la situación tan difícil ambos reflexionan y envían un mensaje a los colombianos de todo el mundo: “Valoren con toda las fuerzas de su alma el hecho de tener un lugar donde pasar estos momentos tan difíciles. Esto es en serio, el covid-19 te puede matar, independientemente de la edad que tengas, de las condiciones de vida, de la plata. No paren la búsqueda de vuelos de repatriación desde cualquier lado del mundo”.