Para la actriz de Hollywood Jennifer Lawrence esa expresión sirve para describir lo que les ocurrió a ella y una docena de estrellas, cuando unos hackers robaron sus fotos íntimas y las publicaron en internet. La joven protagonista de Los juegos del hambre tiene razón al pasarle así una cuenta de cobro a la moral de quienes, por curiosidad, morbo o maldad, hicieron sencillamente clic en sus computadores para ver las imágenes.