Según el Dane, en agosto de 2019, el desempleo nacional llegó a 10,8%, 1,6 puntos porcentuales más alto que en el mismo mes del año pasado.  Aunque muchos se están preguntando las causas de este problema, no ha habido ninguna respuesta definitiva y hasta el propio Ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, se mostró sorprendido por la tendencia.

El problema muestra que las empresas no están creando empleos y por el contrario se están destruyendo puestos de trabajo. Esto es preocupante, dado que pone de relieve que las empresas están creciendo, pues así lo dejan en evidencia las cifras del PIB al primer semestre, pero ese crecimiento no apalanca la creación de más plazas laborales. Las causas son variadas. En un primer lugar, se ha explicado que el boom de migrantes venezolanos está presionando el mercado laboral en ciertos niveles, sobre todo en el sector comercio, aunque con mucho énfasis en la informalidad. Pero el Dane reveló un estudio, según el cual los venezolanos que han llegado al país a buscar empleo representan apenas 1,5% del total de trabajadores de Colombia. Sobre esta base, la entidad estadística oficial desestimó que ello pudiera explicar toda la destrucción de puestos de trabajo que se ha dado en los últimos dos años. Otro factor, que también ha generado presión en la estructura de costos de las compañías es el incremento del salario mínimo. Anif planteó que el incremento del salario mínimo significó un duro golpe para la estructura de costos de muchas empresas, que han empezado a ajustar sus cargas laborales reduciendo puestos de trabajo. En uno de sus informes diarios, este centro de estudio señaló que “parte de este mal comportamiento es directamente atribuible al error de haber incrementado el salario mínimo a ritmos del 6% para 2019 (3% por encima de la inflación, el error más grande de los últimos 30 años en materia laboral). Así, la culpa no es solo de la presión laboral proveniente de unos 500.000 inmigrantes venezolanos. En este sentido, ni el Banco de la República ni el Gobierno deberían estar tan tranquilos sobre el control de la inflación, pues ello ocurre debido a deterioros de la estructura productiva del país, lo cual agravará la tensión social”, dice Anif. Otro factor que se sumaría a la mezcla que ha llevado al desempleo a mantener un ritmo continuo de crecimiento, es que muchas empresas han realizado planes importantes de ajuste en los últimos años, buscando mejoras en productividad, por cuenta de la desaceleración económica, que ha hecho que en muchos casos las ventas crezcan muy poco o inclusive se mantengan congeladas. Esto ha hecho que una porción del aparato productivo pueda responder sin necesidad de contratar más mano de obra a las nuevas condiciones de crecimiento de la demanda. Para muchos, además de que es necesario dar urgente con el diagnóstico de la situación se hace apremiante empezar a tomar medidas para superar el impasse con el mercado laboral que golpea directamente a los más vulnerables que o bien pierden su única fuente de ingreso estable o bien no logran acceder a un puesto de trabajo digno. Los expertos ya vienen lanzando de manera insistente voces de alarma sobre el tema. El director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, puso en su cuenta de Twitter el siguiente mensaje: “A pesar de un crecimiento relativamente sólido cercano al 3%, el principal lunar económico sigue siendo el desempleo, que se ubicó en 11% en el mes de agosto, su nivel más alto en 8 años. Desde 2006 no se observaban 5 meses consecutivos de reducción en el número de ocupados”. 

El exministro de Hacienda, Juan Camilo Restrepo, hizo lo mismo en su cuenta: “Desempleo se dispara en Colombia: ya hay 2,6 millones de desocupados”.

Luego agregó estos dos trinos: “Mala noticia la última de desempleo. El Gobierno debería dejar de repicar en el sin número de pequeñas procesiones en que a diario participa y concentrarse en la misa mayor de la lucha por recuperar el empleo”. “De agosto del 2018 al mismo mes de 2019 se han destruido cerca de medio millón de empleos”.

El gobierno Duque tiene que mostrar con mayor énfasis que ya está haciendo algo para lograr que cambien las cifras de empleo, porque hasta el momento, las cifras no le dan la razón.