Veintinueve países de la Unión Europea, Estados Unidos y Australia abrieron 1.000 investigaciones contra cabecillas del lavado de dinero y narcotraficantes. En total, 650 bancos contribuyeron en la declaración de miles de “transacciones fraudulentas de mulas de dinero y evitaron una pérdida de 12,9 millones de euros”, indicó Europol. La cooperación identificó 3.800 mulas financieras y 386 reclutadores.

La ayuda de las entidades bancarias fue fundamental para darle el golpe a los blanqueadores. Pero muchas de estas transacciones, provenientes del narcotráfico, se realizaron precisamente con su complicidad. Ese es el caso del Danske Bank, salpicado en la indagación que inició Europol en 2018. Personas en Rusia utilizaron al banco para realizar multimillonarias consignaciones a cuentas de las que los administrativos nunca tuvieron registro. Cuando quisieron hacer algo, más de 200.000 millones de euros habían sido lavados solo en Estonia. Pronto todos empezaron a conocer a los países bálticos como la “gran lavandería de dinero ruso en la Unión Europea”.

Para los bancos es fácil detectar el lavado. Pueden registrar transacciones con sumas exorbitantes a personas que usualmente no mueven esas cantidades. Asimismo, pueden rastrear el lugar de procedencia del dinero. El problema es que “incluso si las mulas de dinero actúan sin darse cuenta, están cometiendo un delito”, señaló la agencia. La mafia lo sabe. La estrategia de los carteles mexicanos se basa en crear laboratorios clandestinos en países como Holanda y Bélgica, que tienen reglamentos permisivos del consumo de drogas suaves, como la marihuana. La legalización de estas sustancias ha propiciado el interés de los narcotraficantes mexicanos en la producción y distribución de drogas sintéticas como metanfetaminas. Por eso, cada vez más expertos creen que la única manera de limpiar las rutas del lavado, y con eso acabar con el narcotráfico, es la legalización de las drogas. __________________________________________________________________________________ Las cabecillas del negocio: una operación monumental