De acuerdo con la CAF, hay diferencias relevantes entre los países latinoamericanos, pues Brasil, Argentina y Uruguay son los que más destinan a pensiones, mientras que Ecuador, Paraguay, Chile y Perú son los que menos recursos asignan. El documento señala que el bajo gasto en pensiones y salud entre los países de América Latina y los de la Ocde se da por el nivel de desarrollo de los mismos. Lea también: Colombia tiene el segundo mejor sistema de pensiones de Latinoamérica “Un fenómeno bien conocido es que la magnitud del gasto público como proporción del PIB crece con el nivel de ingreso per cápita. La expectativa de alcanzar los niveles de gasto público en pensiones y salud de los países más desarrollados puede constituir un reto para la región, dados sus niveles de ingreso por habitante”, dice la CAF. El texto resalta que el gasto en pensiones, al igual que en salud, depende de las características del sistema como la cobertura y el valor de las prestaciones, la vinculación a factores demográficos, y el tamaño y la composición de la población. Para la CAF, la brecha del gasto en pensiones y salud entre países se debe a una menor proporción de adultos mayores, a una baja cobertura de jubilados y a un gasto inferior en la salud por paciente. "Primero, todos los adultos mayores deberían contar con un ingreso mínimo suficiente. Segundo, el componente contributivo de las pensiones debe estar equilibrado en términos financieros para ser sostenible. El tercer lineamiento se refiere a aspectos más específicos del diseño de las pensiones, con un foco especial en los incentivos para aportar que ofrecen los distintos sistemas para aumentar la cobertura y los aportes", dijo Pablo Sanguinetti, vicepresidente de conocimiento del CAF. Lea también: Ahorro pensional privado se acercó a los $300 billones en septiembre El análisis añade que se deben implementar reformas de pensiones exitosas en la región que mantengan la sostenibilidad fiscal de los sistemas en los respectivos países. Sobre el contenido de esas reformas, la CAF recomendó que se combinen elementos que den más beneficios a la población, pero que también ayuden a mejorar la sostenibilidad fiscal. Una de estas recomendaciones es la de incrementar la edad de jubilación.