“Ser consciente y consecuente con la edad hace que uno viva mejor y sepa qué hacer con su tiempo”, explica la experta quien define tres fases de la vida para elegir las actividades complementarias: de emprendimiento —cuya inversión principal es la educación y que finaliza cerca a los 30 años—, de consolidación —en la que se establecen redes sociales y que va hasta los 55— y la de retiro —cuando la prioridad debe ser uno mismo—.Tener claro por qué es importante adoptar un nuevo hobby: evitar el agujero negro del desuso cerebral. Saber que realizar actividades y aprender nuevas cosas potencia la actividad neuronal y previene enfermedades mentales facilita ser constante.Asimilar que el hobby tiene una doble función en la felicidad propia: despierta habilidades dormidas y fomenta la creación de nuevos lazos sociales. “El sistema hormonal del bienestar se activa con la interacción con nuevas personas, especialmente si tienen los mismos intereses que uno”, explica Ramírez.Tomar una clase como prueba y no matricularse indefinidamente desde el primer día para evitar la desilusión de renunciar por falta de gusto o interés. Cuando esto sucede, según la coach, deja en las personas un autoconcepto de fracaso. Por eso es mejor empezar paulatinamente.