La paz retumba con más fuerza en el imaginario colectivo desde que el Gobierno y las Farc firmaron el acuerdo final. Una paz que se suscribió en La Habana pero que es responsabilidad de cada colombiano volverla una realidad. La paz se construye en los territorios, en el hogar, con los amigos, la familia y en la escuela. Especialmente en las escuelas. Es ahí donde se forjarán las nuevas generaciones, que, por primera vez en 52 años, si el plebiscito lo avala, vivirán en una Colombia donde las balas ya no marquen la pauta. En la calle 127 con las carreras novena y 11b en Bogotá se alzan varios colegios que entendieron ese compromiso en julio de este año. El Centro Cultural y Educativo Reyes Católicos, dependiente del gobierno español; el Instituto Pedagógico Nacional, público y administrado por la Universidad Pedagógica Nacional, y el colegio distrital Usaquén fueron los promotores de una estrategia de convivencia que logró unir a los más de 3.000 estudiantes que tienen matriculados entre los tres centros. Derribaron los muros que separaban las tres instituciones y unificaron buena parte de sus espacios. En otras palabras, diferentes clases sociales compartiendo instalaciones.Los conflictos entre ellos persistieron (al fin y al cabo son niños), pero, a su vez, se les brindó las herramientas para solucionarlos de forma pacífica y no a las patadas. La estrategia funcionó y ahora esta iniciativa a favor de la convivencia pacífica se ha trasladado a tres colegios más: el San Juan de Ávila, el Nuevo Horizonte y el Agustín Fernández.Los seis participaron estos días en el "Curso de mediadores de paz", organizado por la Red Educativa Xesús R. Jares. Tres días en los que 100 personas, entre estudiantes, profesores y personal administrativo, recibieron capacitación para resolver los problemas que se suscitan dentro y fuera de los colegios. El curso de 15 horas servirá para generar una red de mediadores que promuevan la colaboración entre la comunidad educativa. Aquí lo que funciona es el boca a boca, replicar experiencias exitosas de convivencia. “Los conflictos son inherentes al ser humano. De hecho, nosotros aquí en el colegio los fomentamos. Los conflictos no son el problema, sino cómo se resuelven para evitar la confrontación y la violencia”, explicó Luis Fernández, rector de los Reyes Católicos, donde se impartió el curso financiado por la Fundación Santillana, el proyecto Frontera del Ministerio de Educación (MEN) y la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).El evento inaugural contó con la presencia del expresidente de la República Belisario Betancur, director de Santillana. Se dirigió solemne a los estudiantes ahí reunidos, la mayoría con las sábanas todavía pegadas al cuerpo, las lagañas a medio quitar y sin inmutarse de la responsabilidad que se les viene si gana el ‘sí‘ el 2 de octubre. “Ustedes y yo estamos suspirando por la paz. Pero a ustedes les toca convertirse en mensajeros de paz, en constructores de un nuevo país”, les dijo. Esa es la esperanza.