De 49 comentarios a "El Polo frente a 11 diputados", 3 me calificaron de extrema derecha y 1 de derecha. No son muchos, pero quiero reaccionar. Respuesta personal 1. No es la primera vez que recibo esta etiqueta; pero, curiosamente, yo me siento de izquierda ... de una que no existe! (al menos como partido) Hace años la revista Credencial, creo, le dio portada a Enrique Peñalosa con "La izquierda del nuevo milenio". A mí me encantó. Probablemente eso les parezca a algunos tan abominable como declararse inclinado a La tercera vía de Giddens (vale decir, entusiasta de la imaginación que cabe en "tanto mercado como sea posible, tanto Estado como sea necesario") 2. Prefiero no contribuir a la polarización política; una vez fui columnista botafuego en medio de, esa sí, una división nacional. Ahora creo que es más meritorio, por lo difìcil, aportar un puñado de arena a la construcción del "consenso básico". Respuesta de opinión 1. Con su carta, el senador Petro fue sensible a las críticas que provocó el comunicado del PDA. Dijo: "creo que para la opinión pública no es suficientemente clara nuestra posición respecto a las FARC". Si me permiten, dejaré de contestar a quienes son más petristas que Petro! 2. La comentarista Carolina escribió: "Aclárenos cuál es el problema con el punto 3: "Apoya el intercambio humanitario sin mencionar la política de seguridad". Cuál es el pecado de quienes apoyamos el acuerdo humanitario?" Ningún pecado; además, no está implícita esa crítica. Pero la pregunta me permite opinar sobre el "pecado" de no apoyar decididamente al Estado contra los insurgentes: 2.1. Si la política colombiana tuviera más estilo, grandeza y sensibilidad por el matiz sería posible que todos los partidos apoyaran el acuerdo humanitario y, al tiempo, la política de seguridad y guerra a los alzados en armas. Hay cosas con las que no se debe hacer política: la vida y el dolor de las personas, y la defensa de la sociedad frente a quienes buscan someterla por la violencia. Es un error que no haya acuerdo gobierno-oposición para recuperar "el monopolio legítimo de la fuerza", en cuyo marco pudiera darse el intercambio humanitario. Pero, con el estilo y el lenguaje que usamos es muy difícil aproximarse a un consenso tal. Post scriptum Un par de comentaristas a "Nostalgia por López Michelsen" se permitió una "violencia moral" impresionante. Para ellos, no existe la admiración desinteresada!, o no con "héroes" que no sean los suyos. Vaya.