El nombramiento del santandereaeno Enrique Amorocho Cortez como nuevo presidente de la Empresa Colombiana de Petróleos _Ecopetrol_ fue bien recibido en los círculos económicos y políticos del país. Por primera vez en mucho tiempo amigos y opositores del gobierno estuvieron de acuerdo con la elección de un técnico y un experto en la materia. El sucesor de Antonio Urdinola es ingeniero químico de la Universidad Industrial de Santander _UIS_, tiene 54 años y conoce al derecho y al revés el tema petrolero y la compañia que va a presidir. Amorocho ingresó a Ecopetrol en 1974 como ingeniero tres, cargo en el que comienza cualquier profesional recién egresado, y se retiró en 1990 como vicepresidente de Refinación y Transporte. Del sector público pasó al privado y, hasta el anuncio oficial de su nombramiento, se desempeñaba como gerente general de Imocom. También tiene experiencia como profesor de ingeniería en la UIS, la Universidad Javeriana y la Escuela Naval de Cadetes, de Cartagena.Aunque Amorocho es considerado un hombre de bajo perfil se da por descontado que va a realizar un buen trabajo al frente de la compañía más grande de Colombia. Quienes apuestan por esto lo hacen tomando como referencia sus 22 años de experiencia en el tema, su especialización en Cambridge en gerencia petrolera, la seguridad que tiene y que proyecta y el ascendiente que posee entre los trabajadores. En Ecopetrol ven con buenos ojos que una persona que hizo toda su carrera en esta compañía tome ahora las riendas de la misma. El nuevo presidente sostiene que su prioridad será "afianzar la política de contratación petrolera y venderla en el ámbito internacional para que Colombia pueda continuar autoabasteciéndose en materia de hidrocarburos sin problemas". Frente a la etapa que va a comenzar, una vez se posesione, Amorocho se muestra tranquilo: "El petrolero, por definición, es optimista. Soy optimista frente al futuro de la empresa, pero también realista". Para nadie es un secreto que la compañía estatal atraviesa por una situación financiera crítica, que las relaciones con la Unión Sindical Obrera _USO_ no pasan por su mejor momento y que la prolongación de conflictos, como el que sostiene Ecopetrol con la British Petroleum _BP_, sólo sirven para calentar aún más el ambiente. Por eso, más que nadie, Amorocho es consciente de la magnitud del reto que tiene por delante.