De John Travolta siempre se ha dicho que es gay y que su matrimonio con Kelly Preston es solo una fachada para ocultar su verdadera orientación sexual. Ahora dos masajistas han decidido llevar el rumor a una corte de Estados Unidos, pues aseguran que el actor, de 58 años, se les insinuó durante una sesión de spa. El primero dice que una vez, mientras lo atendía en una habitación del Hotel Beverly Hills de Los Ángeles, Travolta le tocó los genitales y se masturbó frente a él. El segundo coincide en lo mismo, solo que su experiencia tuvo lugar en un hotel de Atlanta. Los demandantes exigen, cada uno, 2 millones de dólares, pero el abogado del protagonista de Grease cree que es un invento para aprovecharse de la fortuna de su cliente, estimada en 160 millones de dólares. La defensa, además, dice tener pruebas que demostrarían que el artista ni siquiera se encontraba en esas ciudades cuando supuestamente sucedió todo.