La ciudad de Oslo ha cancelado los Olímpicos de invierno para 2022, al igual que la población de Estocolmo, Davos y Munich han rechazado cualquier tipo de evento masivo, como los Juegos Olímpicos.La negativa de varias ciudades a rechazar la celebración de estos juegos se debe a los problemas de orden público y seguridad a la que se ven expuestos los anfitriones, como a la que se enfrentan los brasileños en estos momentos.