El presidente Pastrana viajó la semana pasada a Washington para dejarle asegurada una buena herencia a su sucesor: ayuda del gobierno de Estados Unidos a Colombia y el camino que hará realidad el Andean Trade Preference Act (Atpa), un convenio en el que Estados Unidos le da prioridad al comercio con Colombia, Bolivia, Ecuador y Perú. La agenda del presidente Pastrana, del canciller Guillermo Fernández de Soto, y del comandante general de las Fuerzas Armadas, Fernando Tapias, incluyó reuniones con el presidente estadounidense George Bush, el secretario estadounidense de Defensa Donald Rumsfeld, el comité de relaciones internacionales y el comité de finanzas del Senado, entre otros. Un desayuno con el ex presidente estadounidense Bill Clinton parece haber sido la ñapa."Mi mensaje es que nosotros vamos a trabajar para acabar el terror. Hemos puesto a las Farc y las AUC en nuestra lista de terroristas. Los hemos llamado lo que son. Ellos son asesinos que matan e intimidan para sembrar vías políticas," aseguró el presidente Bush durante una rueda de prensa en la Oficina Oval, con Pastrana, de quien se refirió como "un buen amigo". Pero pareciera que Hugo Chávez, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, facilitó la tarea del equipo Colombiano. El Atpa ayuda a terminar con el narcotráfico, porque permite negocios legales alternativos en la región. El Presidente Bush dijo que quiere tener el Atpa aprobado por la Cámara de Representantes y sobre su escritorio lo antes posible, para que se haga realidad antes del 16 de Mayo. Sin embargo, está claro que el Atpa no tiene futuro sin que primero se establezca un marco judicial que atraiga las inversiones extranjeras. Y el marco judicial no puede existir hasta que los grupos al margen de la ley desaparezcan. Ahí entra Chávez a la ecuación. El fin de semana pasado nos acostamos con Chávez en la cárcel y su hija dando declaraciones a la prensa asegurando que su padre había sido trasladado a un lugar desconocido donde lo iban a matar. Nos despertamos inexplicablemente con el presidente de vuelta en el Palacio Miraflores. Durante las horas turbulentas del sábado, Washington leyó en su periódico local, The Washington Post, cómo en una pared del campamento de la Farc en Venezuela había varios cuadros de sus ídolos: una pintura en óleo de Manuel Marulanda, ya arrugado; una foto de Fidel Castro, ya canoso; y otra de Chávez, con su boina roja, que simbolizaba el compromiso por continuar el trabajo de izquierda de los primeros dos. Estas eran pruebas de la inestabilidad de la región. Estados Unidos respeta mucho la constitución de cada país, porque representa la esencia democrática y el pilar de derechos humanos. Según la constitución Venezolana, reformada por Chávez a final de 1999, este mandatario puede legalmente quedarse en el poder hasta el año 2012, si su pueblo, pobre y cansado de la corrupción de la elite política tradicional, lo reelige. Lo que Washington quiere ahora es mostrar cómo Chávez manipuló la constitución y su gente para asegurar su trono, convirtiéndose en déspota. Por eso están hablando de hacer un referendo o montar un proceso legal contra el presidente de este país. "En una democracia, nadie puede estar por fuera de la ley. Las democracias no duran por mucho tiempo si los líderes electos usan métodos no-democráticos. Y defender la democracia recurriendo a formas no-democraticas destruye la democracia," dijo el Secretario de Estado estadounidense Colin L. Powell ante la Organización de Estados Americanos (OEA).Aunque Bush fue claro en la rueda de prensa en decir que cada región del mundo amerita un tratamiento diferente, hizo declaraciones en contra de Chávez que hasta hoy son las más duras que se le han oído. El "líder del mundo libre," como se le conoce a Bush, dijo que Chávez debe aprender de lo sucedido, y debe respetar la ley y los civiles. "Cuando las cosas se pusieron calientes en Venezuela, él cerró la prensa," dijo Bush. "Yo respeto la prensa y Chávez también debería. Es esencial que él haga eso. Cuando la presión empieza, los líderes no deberían comprometer esas instituciones que son tan importantes para la democracia. El derecho de la oposición para hablar es esencial." El presidente venezolano facilitó la tarea de Pastrana. Primero, porque está comprobado que Chávez da asilo a terroristas. La presencia de campamentos de la Farc en Venezuela fue confirmada por el General venezolano, Efraín Vásquez, quien fue de los primeros en designar a Pedro Carmona, el director de Fedecámaras, como el presidente transitorio. Igual, el Jueves pasado, Marcos Calarcá y Olga Marín, los voceros de la Farc radicados en México, fueron expulsados de este país, y se sospecha que puedan estar en Venezuela. Con el respaldo de Washington, Fernández de Soto ha mandado una carta al canciller Venezolano para presionar declaraciones sobre la Farc en territorio Venezolano. También se ha establecido una comisión bilateral colombo-estadounidense para estudiar el problema. Bush añadió que le preocupa la manera como las Farc ataca a los finqueros venezolanos mientras deberían tener la protección del gobierno venezolano. Segundo, Estados Unidos no se puede quedar sin dos millones de barriles de petróleo exportados de Venezuela a este país diariamente. Cuando los mercados recibieron la noticia de que Chávez había sido derrotado, el precio del petróleo bajó. El precio volvió a subir cuando se anunció que Chávez había reasumido el poder, presumiendo que volvería a intervenir en el tema de petróleos en Venezuela (Pvdsa), tradicionalmente independiente. Excepto Venezuela, los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opec) son Arabes, en su mayoría, y es mejor asegurar petróleo en la región de América dado el peligro que representa la enemistad de Estados Unidos con el mundo Arabe por el tema de Bin Laden y Palestina. Esto sumado a los frecuentes coqueteos de Chávez con el Iraquí, Saddam Hussein, y al tratamiento especial que da Venezuela a Cuba comprando 53,000 barriles diarios de petróleo. Otra clave de que el petróleo es de gran importancia en las relaciones exteriores de Estados Unidos es que de los 573 millones de dólares de la nueva propuesta de ayuda para Colombia, 35 millones están destinados para el oleoducto en Caño Limón en Arauca, Colombia, cuyo dueño es la compañía Occidental de California. El cuerpo legislativo del Comité de Relaciones Internacionales aprobó esta ayuda, y solo le falta el visto bueno del Comité de Apropiaciones del Senado.Tercero, en las primeras horas, Washington negó las declaraciones de haber orquestado el fallido golpe contra Chávez y mandó a Cesar Gaviria, secretario general de la OEA, a investigar los sucesos. Gaviria posó diplomáticamente con Chávez, y de manera débil dijo que las fuerzas armadas deben interferir menos. Mientras tanto, el asistente secretario para asuntos del hemisferio oeste, Otto Reich, un exiliado cubano, está furioso con un supuesto empleado de un congresista que le dio una chiva a The New York Times, sobre la posible presencia de paramilitares cubanos pro-chavistas exportados para protegerlo, quienes están acusados de haber asesinado a 14 civiles en una protesta. Manteniendo la fachada de que nunca intervienen en asuntos de líderes electos, Washington insiste que si hubo algún apoyo al golpe de Estado, se estancó cuando Carmona dijo que iba disolver la Asamblea. "Ahora a Estados Unidos le va tocar caminar como en cáscaras de huevo cuando se trate de Venezuela," me dijo un investigador de un congresista el pasado miércoles en la noche durante un coctel en la embajada de Colombia en Washington, cuando se celebraba el séptimo y probablemente último viaje de Pastrana como presidente a esta ciudad. En el salón de baile, se oían las animadas conversaciones de empresarios, congresistas, y ONG. Al mismo tiempo, algunos trabajadores de la embajada americana en Caracas estaban siendo evacuados, y el Departamento de Estado advertía a los americanos que no viajaran allá.