El embajador de Estados Unidos en Colombia, Michael McKinley, y su esposa Fátima han sido objeto de innumerables atenciones debido a su próxima partida de Bogotá hacia Afganistán, donde él continuará con sus labores diplomáticas. Para despedirlos como se lo merecen, Elsa Koppel de Ramírez ofreció un elegante coctel en su residencia al que asistieron más de 60 personas, entre los cuales estaban los más cercanos amigos que los McKinley dejan en el país. Esa noche hubo un trío que animó la fiesta y que puso al embajador a mostrar sus dotes para los ritmos colombianos.
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