Si no fuera por las imágenes divulgadas por los medios de comunicación que dieron testimonio del linchamiento del zapatero de Chinchiná Jorge Evelio Cardona, el pasado 8 de junio, es muy probable que ese asesinato hubiera quedado en la impunidad. La publicación de las escenas que horrorizaron al país desataron una aguda polémica sobre su pertinencia y el papel de los comunicadores. Pero lo cierto es que sin ellas habría sido casi imposible identificar a los culpables y establecer la responsabilidad de las autoridades en esos lamentables hechos. El rechazo generalizado a la crueldad registrada en esas imágenes también provocó la reacción rápida y coordinada de los organismos de investigación. Setenta y dos horas después del crimen ya tenían las primeras tres órdenes de captura. Un día después del asesinato de Cardona la Policía, la Procuraduría y el CTI de la Fiscalía ordenaron el traslado desde Bogotá a Chinchiná y Manizales de agentes especiales para dirigir las respectivas investigaciones. Con base en las imágenes sin editar que entregó el noticiero RCN, y utilizando las fotografías publicadas por SEMANA y otros medios de comunicación, los investigadores unieron esfuerzos para reconstruir los acontecimientos paso a paso. Algunos datos nuevosEl video muestra cómo el martes 8 de junio Chinchiná se había convertido en el epicentro de violentos disturbios por la orden de desalojo de 238 familias de un lote propiedad de la Universidad Autónoma en el barrio La Frontera. La Policía envió cerca de 500 agentes antimotines para realizar el desalojo ya que las autoridades consideraban ese sector como un foco de guerrilleros y sicarios. La situación era tan grave que la Policía había pedido apoyo al Batallón Ayacucho del Ejército. Sin embargo los militares sólo llegaron casi una hora después de la revuelta que culminó con el crimen de Cardona.Después de efectuado el desalojo la manifestación se tornó aún más violenta. El camarógrafo registraba los actos vandálicos de cerca de 2.000 manifestantes que, armados con piedras y palos, se dirigían hacia la Alcaldía. Durante el trayecto quemaron una motocicleta de la Policía y los restos en llamas fueron arrastrados por las calles hasta la entrada de la sede municipal. Una vez allí algunos enmascarados comenzaron a saltar sobre ellos en señal de desafío.En ese momento los investigadores de la Policía, el CTI y el DAS descubrieron un hecho desconocido hasta el momento. Jorge Evelio Cardona apareció en medio de la multitud, no en actitud pacífica sino armado con un cuchillo, y amenazó a los enmascarados que estaban cerca de la puerta de la Alcaldía y los obligó a retroceder. No se sabe si fue o no provocado con antelación. Y aunque esa actitud no justifica los golpes y el brutal asesinato las autoridades consideran que Cardona pudo contribuir a provocar la reacción de los enmascarados. Según el coronel Hugo Acuña, inspector delegado especial de la Policía para el caso, "el video, las labores de inteligencia y la colaboración de varios ciudadanos permitieron establecer la identificación y captura de los tres principales atacantes". El 12 de junio fue detenido Gustavo de Jesús Marín Salazar, conocido como 'Tres Buches', sindicado de propinar el primer golpe con un garrote que hizo caer inicialmente a Jorge Evelio. El mismo día fue aprendido John Faber Cruz Jaramillo, alias 'Garrapato', quien tenía puesta la misma pantaloneta y los mismos zapatos tenis que utilizó para darle una brutal patada en la cara a Cardona cuando éste trataba de levantarse. En la tarde del 15 de junio fue detenido Pedro Luis Giraldo Giraldo, quien es acusado de propinar la puñalada que provocó la muerte de Jorge Evelio.El único ciudadano que ayudó al zapatero agonizante fue José Bustamante, conocido como 'El Mocho'. "Yo vi que había un herido y corrí a tratar de salvarlo. No sabía que era mi primo Jorge Evelio. Cuando llegué hasta donde estaban los policías les dije que ellos no podían hacer nada, que me dejaran llevarlo para buscar un carro que lo dejara en el hospital", explicó Bustamante. El único héroe de la jornada arriesgó su vida por un hombre herido sin importar los gritos de los asesinos que lo tildaban de 'sapo'.Policías acostadosUno de los aspectos más polémicos del incidente fue la actuación de los cuatro policías que custodiaban la entrada del Palacio Municipal y que se encontraban cerca del lugar donde se produjo el linchamiento. Los agentes Carlos Alberto Pinilla, José Arley Palacio, Luz Marina Villamizar y Javier Ramírez están suspendidos como medida preventiva mientras terminan las averiguaciones.La oficina de investigaciones especiales de la Procuraduría estableció que esos agentes habían pedido refuerzos por radio ante la manifestación que se aproximaba a la Alcaldía. Estos nunca llegaron. De la misma forma establecieron que el linchamiento se produjo a 13 metros del lugar donde se hallaban los uniformados y que la muchedumbre que se encontraba alrededor impedía que pudieran ver lo que le estaba sucediendo al zapatero durante los 32 segundos que duró el ataque. Por otra parte, los uniformados no estaban armados ni pertenecían al grupo antimotines. Cuando uno de los encapuchados arrastró a Jorge Evelio moribundo hasta la puerta de la sede municipal uno de ellos pidió por radio una ambulancia. Su omisión, según la Procuraduría, se produjo durante los 35 segundos que los agentes se demoraron en socorrerlo. Fue entonces cuando uno de los agentes lo levantó con la intención de ponerlo a salvo. No obstante en ese momento apareció Bustamante, quien exime de responsabilidad a los policías. "Yo sé que si lo ayudo antes a mí también me hubieran linchado. Los policías tampoco tuvieron la culpa, si hubieran intervenido los matan o se toman el palacio municipal", asegura 'El Mocho'.Pero si bien es posible que durante el linchamiento esos policías fueran ajenos a lo que estaba sucediendo, las imágenes muestran una actitud indolente una vez el cuerpo fue dejado frente a ellos.Con las pruebas encontradas la Procuraduría decidió abrir investigación contra el coronel de la Policía Jorge Alberto Peláez Urueña, quien estaba al mando de la Policía antimotines. Al parecer después del desalojo los 500 uniformados, que habrían podido evitar los disturbios y el crimen del zapatero, salieron del municipio. De la misma forma se abrió investigación contra el teniente coronel del Ejército Euclides Beltrán Beltrán, comandante del Batallón Ayacucho, quien al parecer omitió el pedido de apoyo que con anterioridad le había hecho la Policía para contener la turba.En cualquier caso todo indica que el crimen de Jorge Evelio Cardona no quedará impune.