Una nueva controversia política surgió este martes en el Congreso tras afirmaciones del expresidente Álvaro Uribe Vélez de que el gobierno Santos adelanta diálogos y acercamientos secretos "con los terroristas de las Farc" en Cuba, y que en ello estarían participando algunos generales de la República.    En el Capitolio, donde estuvo citado a un debate sobre ascensos de policías y militares, el ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón no sólo reiteró su rechazo a tales afirmaciones del expresidente Uribe, sino que las calificó de "tendenciosas".    "No he autorizado a nadie, ni voy a autorizar a nadie a que esté en semejante situación. De ninguna manera hay generales activos en ninguna situación como las que se describen en los medios de comunicación", aclaró el Ministro en la Comisión Primera del Senado.    Para Pinzón las declaraciones del expresidente Uribe "a lo único que contribuyen es a crear un mal ambiente, a afectar la disciplina con la que deben mantenerse las Fuerzas Armadas", agregó el Ministro.    En el Congreso de la República, el senador Luis Fernando Velasco (Partido Liberal) considera que las palabras de Uribe no son más que una cortina de humo para ocultar el escándalo del general (r.) Mauricio Santoyo, quien ante un tribunal de Estados Unidos confesó su colaboración con los grupos paramilitares colombianos.    "No entiendo como el expresidente quiere desviar la atención de los medios abriendo un debate sobre supuestos diálogos con terroristas", dijo Velasco al señalar que el debate que hay que adelantar es sobre "el mensaje claro que Uribe implementó en su gobierno, y es que con los terroristas no se dialoga porque se les nombra jefes de seguridad de Palacio", en una clara alusión al caso Santoyo.    A pesar de que el propio gobierno controvirtió las versiones del expresidente, el uribismo se mantiene en esa postura.    El senador Juan Carlos Vélez (la U) dijo que Uribe tiene información "cierta, fidedigna y confiable" para asegurar que hay diálogos secretos con las Farc en Cuba.    Tal información, según Vélez, es que el presidente Juan Manuel Santos pudo haber conversado con ‘Rodrigo Granda’ y con ‘Iván Márquez’ cuando fue a visitar al presidente Hugo Chávez en Cuba.    La más reciente vista del presidente a la isla se dio el pasado mes de abril y antes de la Cumbre de las Américas de la cual Colombia fue sede. En ese entonces la visita fue obligada por el anunció del gobierno de Ecuador de no estar presente en la cumbre hemisférica por la decisión de Estados Unidos de no permitir la invitación al gobierno cubano.    Santos re reunió en La Habana con el presidente de la isla Raúl Castro y con el mandatario venezolano Hogo Chávez, quien durante esos días adelantaba parte de su rehabilitación del cáncer que le fue descubierto el año anterior.    Según el senador Juan Carlos Vélez fue en ese momento cuando pudo haberse producido algún presunto acercamiento. "Los rumores son muy fuertes, para mí sí hay un proceso de paz por tanta información y porque yo le creo al expresidente Uribe", señaló.    El senador antioqueño, además, dijo que quien tiene que controvertir esta afirmación no es el Ministro de Defensa. Por eso exigió un pronunciamiento del presidente Santos al respecto. "A quien le corresponde el tema de la paz es al propio presidente Santos, él es quien debe decirles a los colombianos si es cierto o no que hay diálogos. El ministro de Defensa no es el ministro de la Paz, es el ministro de la guerra".    El presidente del Senado Roy Barreras, autor de la reciente reforma constitucional que abre un escenario jurídico y legal para adelantar diálogos de paz, terció en esta controversia.    Al referirse a los presuntos diálogos de Paz, Barreras dijo que "ojalá sean ciertos que tales acercamientos se den, porque Santos es un hombre que no es ingenuo, y sabe que solo en el momento apropiado podrían adelantarse esas conversaciones".    El presidente del Senado es de la idea de que todos los Presidentes de la República "tienen la obligación de explorar la paz", y recordó que Uribe también lo hizo en sus dos gobiernos. En Cuba con el Eln y en Brasil con las Farc.