Los empresarios recibieron bien la ayuda del Gobierno a las nóminas para salvar millones de empleos. Pero muchos contadores levantaron las cejas al ver la letra menuda del decreto, al percatarse de que los $350.000 del giro tienen tratamiento de ingreso gravado. Como eso implica que los bancos, al momento del desembolso, deben aplicar una retención, los contadores pusieron el grito en el cielo y pidieron considerarlo ingreso no gravado. Pues bien, la Dian acaba de corregir la semana pasada el tema al aclarar que seguirá siendo un ingreso gravado, pero sin retención, por lo que tendrá un efecto neutro. Fin de la controversia.